Barajas
«Hay que arrimar el hombro para recuperar la economía y el empleo»
La ministra de Fomento cree necesarias las reformas, aunque algunas no gusten. «Vamos en la buena dirección. Ya se están viendo los resultados», asegura
MADRID- Nada hacía presagiar que la senda reformista emprendida por el Gobierno de Mariano Rajoy hace diez meses iba a ser sencilla. Y así está siendo. Los españoles están sufriendo en sus carnes los efectos de una dura recesión y algunos dudan de que las medidas aprobadas estén siendo útiles para devolver a España a la senda del crecimiento que perdió cuando se desencadenó la recesión en 2008. Dudas que no alberga, sin embargo, la ministra de Fomento. Durante su intervención en el ciclo «LA RAZÓN DE...», Ana Pastor se mostró convencida de que España va «en la dirección correcta», aunque algunas de las reformas aprobadas no gusten. «Sé que tomamos medidas que no gustan, pero son para recuperar la economía y el empleo. Para que España vuelva a ser ese referente que fue en la pasada década. Por eso todos debemos arrimar el hombro», aseguró Pastor antes de destacar el superávit comercial o el progresivo retorno de las finanzas públicas a la sostenibilidad, como ejemplos de lo que, en su opinión, está siendo el buen hacer del Ejecutivo. «Todo esto nos hace pensar que hemos de seguir con las reformas», apostilló.
Fomento
Pedir austeridad y rigor y predicar con el ejemplo es en lo que se centró la intervención de la ministra de Fomento cuando habló de las políticas de su departamento, uno de los más afectados por los recortes presupuestarios. Para el ejercicio que viene, el ministerio tiene un presupuesto inversor de algo más de 10.000 millones de euros, algo inferior al de este año.
Pastor aseguró que el ministerio que dirige está trabajando para convertirse en «uno de los artífices del cambio y en un motor de la recuperación económica», algo que no le está resultando sencillo por los problemas que ha heredado de la época de gobierno socialista. Para empezar, Pastor lamentó la «heterogeneidad» de las infraestructuras en España, con zonas que no tienen casi de nada, lo que está obligando a un esfuerzo extraordinario en algunas ocasiones.
Pero con ser éste un problema delicado que la ministra sabe que hay que resolver, a Fomento le preocupa más el gigantesco agujero que tienen sus cuentas. La deuda asciende en este momento a unos 40.000 millones de euros, a los que hay que sumar otros detalles, como los 3.000 millones de euros de facturas impagadas que dejó el anterior equipo o el pago de las expropiaciones que también adeuda.
¿Cómo se puede atajar esto? Para empezar, reduciendo la propia estructura del ministerio. Según Pastor, la dieta a que ha sido sometido el departamento, tanto en cargos como en salarios, le ha permitido ahorrar ya unos 10 millones de euros. Aunque sin duda donde queda mucho por hacer, como aseguró la ministra, es en el terreno de las empresas públicas. Unas sociedades que «no están para perder dinero, sino para ser eficientes. No es de recibo que, por ejemplo, AENA tenga una deuda de 14.000 millones de euros», aseguró. Precisamente, al hablar del gestor aeroportuario, la ministra manifestó que el plan de austeridad y eficiencia que han puesto en marcha ha conseguido ya un ahorro de 100 millones de euros. No obstante, y de cara a mejorar sus cuentas, Pastor recordó las actuaciones aprobadas por su departamento, como la paralización de los procesos de venta tanto del aeropuerto de El Prat como el de Barajas aprobados por el anterior ejecutivo para evitar malvender las «joyas de la corona».
Otra de las grandes empresas públicas dependientes de Fomento sobre las que actuará el departamento será Renfe. En marcha hay un proceso para separar en cuatro sociedades independientes sus unidades de negocio con vistas a rentabilizar una compañía que, como explicó Pastor, está plagada de ejemplos de gestión ineficiente, como los 28 trenes de vía estrecha que hay aparcados en los talleres porque no tienen vías por las que circular o las 25 unidades de AVE que corren en este momento la misma suerte. La ministra anunció que antes de que concluya el año, el Gobierno anunciará las líneas que considera como de servicio público y que, por tanto, podrán seguir recibiendo subvención estatal para su funcionamiento. «Tenemos que racionalizar el modelo», admitió Pastor, que explicó que más de 15 líneas operan con una ocupación inferior al 10 por ciento y otras 32 los hacen con un nivel inferior al 15%.
Abundando en esta cuestión, Pastor aseguró que el Estado «debe subvencionar lo que es servicio público» y que servicios como los arriba descritos o los trenes turísticos no lo son. Estos últimos «son todos deficitarios», aseguró, y no tiene sentido que los ciudadanos con sus impuestos tengan que pagar la mitad del precio de cada uno de los billetes. En intervenciones previas, Pastor ya anunció que servicios como los trenes nocturnos están abocados a desaparecer dado que no son rentables.
Tampoco están las cuentas públicas para dispendios como los que se hicieron años atrás para construir terminales emblemáticas. «En los ferrocarriles, las obras faraónicas se han terminado. No nos podemos permitir estaciones de 100 millones de euros de arquitectos famosos», aseguró la ministra de Fomento.
Alta velocidad
Los ajustes en materia ferrovaria no impedirán, sin embargo, que sigan avanzando las obras para las líneas de alta velocidad. Pastor anunció que el AVE llegará a Alicante antes de junio. El ministerio sigue considerando que estas infraestructuras son estratégicas para el desarrollo y la vertebración del país. La titular de Fomento señaló que el hecho de que haya más kilómetros de AVE «tiene un efecto sumatorio» y subrayó que la alta velocidad es «un dinamizador de la economía» en aquellos lugares donde hay una base para su despliegue, y Alicante será un ejemplo de ello. Por eso, la ministra aseguró que «todas las infraestructuras que sean socialmente buenas y que aporten competitividad tendrán cabida en el Pitvi», el plan estratégico con el que Fomento invertirá más de 120.000 millones de euros en los próximos años.
Dentro de este proyecto tendrá gran relevancia la política de vivienda. Como explicó Pastor, el objetivo del Ministerio de Fomento es potenciar la rehabilitación y la regeneración urbana. En la actualidad, hay un parque de unos seis millones de viviendas que tienen más de 50 años de antigüedad que se quieren regenerar.
En lo que respecta a los puertos, destacó los buenos datos de tráfico, con un crecimiento del 6,54% en tasas interanuales y de la mercancía general del 10,8%, sustentados fundamentalmente en los tráficos de tránsito y de exportación.
Pero Fomento no quiere limitar sus actuaciones a la geografía nacional. Consciente de que la supervivencia de muchas compañías españolas depende de su internacionalización, el departamento también tiene entre sus objetivos apoyar la salida al exterior de unas sociedades que, en muchos sectores, como la alta velocidad o la construcción de grandes infraestructuras, ya son punteras. Así, Pastor recordó que seis de las diez principales empresas de construcción, servicios y concesiones son españolas están presentes en los principales mercados del mundo y se han hecho con proyectos tan emblemáticos como el AVE que discurre entre las ciudades de Medina y La Meca, que tiene un presupuesto de más de 6.000 millones de euros. «La clave es salir al exterior. Y desde el ministerio es lo que estamos llevando a cabo», aseguró.
Alfonso Ussía Moderador de los debates de LA RAZÓN
«Hoy es un día jubiloso para LA RAZÓN»
Señoras y señores, después de improbos esfuerzos, hoy es un día jubiloso para nuestro periódico, porque hemos conseguido traer al fin a este foro a una política del Partido Popular, Ana Pastor. Yo recuerdo, que junto a nuestro inolvidable e inolvidado Antonio Mingote, Ana Pastor era nuestra ministra particular. Fue una brillante ministra de Sanidad con el Gobierno de José María Aznar y ahora está quizás más oscurecida de su brillantez en su labor, porque es la ministra de Fomento y deduzco que con el presupuesto que tiene puede fomentar bastante poco. No obstante, de su brillantez y su inagotable capacidad de trabajo todo se puede esperar. Al término del acto, y para satisfacer sus deseos, señora ministra, en nombre del periódico LA RAZÓN me pondré en contacto con el presidente Obama. De corazón, bienvenida al periódico.
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