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Merkel-Rotenmeyer

La Razón
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La visita de Merkel a la España de Zapatero se nos presenta como la de la señorita Rotenmeyer al cuarto de Heidi. «¿Has hecho bien los deberes y has recogido todas tus cosas?» Parece que va a preguntarle la canciller alemana al presidente español.

Y lo triste es que los socialistas, que no le perdonan una a la derecha en España, aceptan con entusiasmo este papelón de niñita asilvestrada y traviesilla a la que le pone nota la institutriz o la maestra: «Sí, señorita Merkel, ya hemos hecho todos los deberes. Mire usted con qué buena letra.

Ya hemos bajado en 2010 el déficit del 11,2 % al 9,2 % rascando de las nóminas de los jubilados y los funcionarios, quitando a las parturientas el cheque-bebé y subiendo a todos los impuestos. Pronto llegaremos al 3% obligatorio. Para eso hemos reformado el sistema de pensiones».

Sí, el Gobierno ha hecho esa reforma a toda prisa porque venía la señorita Rotenmeyer. Para que nos pongan una humillante y falsa buena nota. Humillante porque Europa nos mira como se mira al último de la clase. Falsa, porque aunque nos dieran el aprobado los alemanes, esas medidas son insuficientes si no se crea empleo.

Lo ha dicho Dolores de Cospedal aunque no se apellide Merkel ni sea alemana. Aunque no le hagan caso los socialistas. Está claro que necesitan una institutriz como las de antes.