Benedicto XVI destaca el «valor» de los ancianos para la sociedad

"Los ancianos son un valor para la sociedad, sobre todo, para los jóvenes. No es posible el verdadero crecimiento humano y educación sin un contacto fecundo con los ancianos porque su existencia es como un libro abierto en el cual las jóvenes generaciones pueden encontrar indicaciones valiosas para el camino de la vida", ha indicado.

Además, ha asegurado "conocer bien las dificultades y problemas y los límites"de las personas mayores que "para muchos se han agravado por la crisis económica"pero, "incluso en la conciencia de las dificultades que esta edad conlleva", ha animado "con profunda convicción a redescubrir la presencia y la bendición del Señor en las riquezas que contiene".

En este sentido, ha remarcado que "no es necesario dejarse encarcelar por la tristeza por haber recibido el don de una vida larga"pues, según ha añadido, "vivir es bello también en su edad, a pesar de algún achaque o alguna limitación".

Por ello, ha invitado a los ancianos que "experimentan la necesidad de la ayuda de los otros", algo que, según ha señalado, también le sucede a él, a ver esto como un "don del Señor, porque es una gracia ser sostenido y acompañado, sentir el afecto de los otros"pues "nadie puede vivir sólo y sin ayuda".

Benedicto XVI ha asegurado que es "bello"ser anciano y ha destacado que esta visita la ha realizado no solo como obispo de Roma sino también "como anciano en visita a sus coetáneos".

Durante la visita, el Pontífice se ha encontrado en el jardín interior con ancianos, voluntarios y miembros de la comunidad de San Egidio, entre ellos su fundador, Andrea Riccardi, el presidente general, Marco Impagliazzo, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, monseñor Vincenzo Paglia, y el obispo auxiliar del centro histórico de Roma, monseñor Matteo Zuppi.

Posteriormente, el Pontífice ha descubierto y bendecido una placa de recuerdo de la visita y ha saludado a los jóvenes de la Comunidad de San Egidio.

La casa 'Vivan los ancianos' fue inaugurada en enero de 2009 y actualmente acoge a 28 ancianos. La Comunidad de San Egidio nació en Roma en 1968 por iniciativa de Andrea Riccardi, que tenía entonces menos de veinte años y que comenzó reuniendo a un grupo de estudiantes de bachillerato para escuchar y poner en práctica el Evangelio. Actualmente, se encuentra presente en más de 70 países del mundo y cuenta con unos 50.000 miembros.