Hollywood
Marina Danko: «Con Celio he vuelto a sonreír»
Ha adelgazado en exceso. Y no sólo porque sea la imagen de «4,3,2,1... ¡en línea!», un producto adelgazante ultradrenante y antioxidante. A Marina Danko su separación del diestro Sebastián Palomo después de 34 años de convivencia le ha costado, al menos, nueve kilos «y muchas penas», confiesa. «Nunca imaginé que mi matrimonio acabara así. Nunca quise romper mi familia, es lo más importante para mí. No es agradable pasar por esto, he sufrido mucho injustamente...», comenta entre lágrimas la diseñadora de joyas, que explica que le ha costado varios meses verbalizar su calvario.
Y es que dar el paso de salir del hogar conyugal implicaba hacerlo con una mano delante y otra detrás. «Ese fue el motivo de que diera por primera vez en mi vida una exclusiva a ‘‘¡Hola!''». Aunque su ruptura se hizo público en agosto, Marina reconoce ahora que «desde hace cuatro años lo nuestro no iba bien. Todavía le sigo queriendo, porque he dado mi vida por él. Por eso ahora me duele tanto que haya dicho que lo nuestro fue ‘‘un mal sueño''. Lo que sí noto es que me lo han cambiado, no lo reconozco».
Su elegancia innata se transforma en diplomacia cuando se la compara con Lilia López, la nueva pareja de su ex. «Sólo quiero que sean felices como intento serlo yo». De la misma manera, prefiere dar al «stop» cuando se le plantea que saque a la luz los motivos de su separación o el papel de sus tres hijos ante el divorcio. «Tienen todo mi apoyo. Lo único que me repiten es que tengo derecho a ser feliz y quieren verme ilusionada».
Y aunque reconoce no estar enamorada, «sí puedo decir que Celio –su primo hermano– me hace sonreír y me siento muy bien con él, y eso es muy importante en estos momentos. Es como un ángel que me ha venido a visitar. Sería ridículo decir que no es mi pareja». Piloto de profesión y ajeno al mundo del «cuore», teme que se sienta abrumado por la presión mediática: «Imagínate los apuros que pasa, las señoras le reconocen en la cabina yquieren hablar con él», comenta.