La Ciencia destapa los excesos del «Photoshop»

El uso de la tecnología para embellecer a las celebridades en las revistas es una práctica ya muy extendida, a veces con resultados más o menos evidentes. Modelos extremadamente estilizadas o rostros de famosos casi irreconocibles por su «milagroso» rejuvenecimiento, están a la orden del día en los kioscos.

Más difícil hasta el momento era identificar esos retoques, pero a través de un programa informático quedarán ahora al descubierto. Los investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Dartmouth (New Hampshire, Estados Unidos) han desarrollado una herramienta de software que valora las fotos según la cantidad de modificaciones digitales que se han hecho.

«Hemos desarrollado una métrica cuantitativa sobre la percepción de retoque fotográfico. Las fotografías están clasificadas según el grado en que han sido alteradas digitalmente de forma explícita, el modelado y la estimación de los cambios geométricos y fotométricos», describió uno de los investigadores.

El objetivo del programa es juzgar objetivamente por el modo en que una foto retocada se ha alejado de la realidad. Como muestra, publicaron algunas fotos en la revista de la Academia Nacional de Ciencias la pasada semana, poniendo al descubierto los excesos del «Photoshop».

Incitación a trastornos como la anorexia
En el trasfondo de la investigación se postula una denuncia contra las imágenes poco realistas y la idealización de determinados modelos de belleza que pueden incitar a la anorexia. «La ubicuidad de imágenes poco realistas y altamente idealizadas se ha relacionado con trastornos de la alimentación y la insatisfacción de la imagen corporal en hombres, mujeres y niños», indican los investigadores E. Kee y Farid H.

En trabajos relacionados con la percepción de la realidad, los científicos han desarrollado técnicas para detectar rastros de manipulación digital no sólo por el «Photoshop», sino para diferenciar entre las imágenes generadas íntegramente por ordenador y las fotografías de modelos reales.