20000 víctimas de trata esperan en Marruecos para «dar el salto»

Van casa por casa y les ofrecen un futuro mejor. Cuando acceden, comienza el infierno. Durante la primera semana son violadas sistemáticamente para romper su resistencia. Además, deben soportar jornadas interminables a pie, sin comida ni agua y se ven forzadas a beber orina para sobrevivir. La dureza de las condiciones de su traslado hace que «de cada 50 personas que salen de Nigeria, sólo diez lleguen con vida a Marruecos», relata una de las víctimas. Más de 20.000 víctimas viven atrapadas, sin futuro, en el país alauí. En el norte se concentran 10.000 mujeres a la espera de dar el salto al viejo continente, donde deberán prostituirse para saldar una deuda de hasta 50.000 euros.

El documental «Europe is good: atrapados en Marruecos», de Javier Valdezate, es un reflejo de la tragedia que se vive en Marruecos. A través de testimonios de las víctimas y de los voluntarios que trabajan con ellas, realiza una cruda radiografía de la situación. Las mafias controlan todo el recorrido desde Nigeria (Mali, Costa de Marfil, Senegal, Libia, Argelia y Marruecos). Las mujeres que se niegan a comerciar con su cuerpo son agredidas, hasta que ceden. Si no lo consiguen, recurren al vudú. El 80 por ciento se queda embarazada en el cautiverio, da a luz en Marruecos y el bebé pasa a ser propiedad del «chairman», el jefe del grupo. No se sabe qué pasa con los bebés. Las afortunadas aceptan un marido que, por 23.000 euros, puede usarla como esclava. Ninguna tiene futuro. Según Médicos Sin Fronteras, la mayoría acaba mendigando o prostituyéndose en España, Francia, Italia, Bélgica y Alemania