Guatemala
Manuel F Ayau
Muy apenado con la noticia de su fallecimiento, escribo estas líneas en recuerdo de un gran amigo de la libertad: el guatemalteco Manuel F. Ayau, a quien tuve el honor de conocer y el placer de apreciar. Cuando en 2008 el Instituto Juan de Mariana lo galardonó por su trayectoria ejemplar en pro de la libertad, se me ocurrió que este prócer de América parece una especie de milagro o de paradoja. Fue un empresario liberal y un latinoamericano liberal, mezclas bastante infrecuentes. Pero además, se ocupó de crear con un puñado de colegas una universidad privada y liberal, ¡en Guatemala, oiga! Y así nació en 1971 la Universidad Francisco Marroquín, de la que soy profesor visitante y que, pese a ello, sigue creciendo y prosperando. Y Manuel Ayau siempre estuvo allí, con su sonrisa permanente, su inteligencia desbordante y su gran sentido del humor, siempre batallando contra el intervencionismo y la burocracia, siempre proponiendo reformas liberalizadoras. Nunca se rindió. Una última paradoja: de pequeño le tomaban el pelo por su parecido físico con Benito Mussolini, y lo llamaron «Muso». Le pusieron el mote de un dictador fascista, un mote que perduraría siempre, a la persona menos fascista que cabe imaginar, a un defensor aguerrido de la libertad, el estado de Derecho y la economía de mercado. Descansa en paz, querido Muso, y desde aquí envío un abrazo a tu familia y todos mis amigos de la Universidad Francisco Marroquín.
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