Argentina
Cinco dramas lejos del hogar
Sergio Peris-Mencheta dirige «Un trozo invisible de este mundo», de Juan Diego Botto
Un agente de aduanas encantador trata de explicarle a un inmigrante por qué no puede entrar al país, (básicamente, le dice, porque aquí ya no cabemos). Es el arranque de «Un trozo invisible de este mundo», un texto formado por cinco piezas que ha escrito el actor y director Juan Diego Botto, protagonista además junto a Astrid Jones, y que dirige Sergio Peris-Mencheta en el Matadero de Madrid. Al funcionario le sigue un emigrante que llama desde desde un locutorio a su mujer. «Las dos primeras son las que más humor tienen, es importante, en todo lo que me encontré hay humor, porque han vivido situaciones absurdas y se aferran a ellas», explica Botto, que añade: «Siempre he pensado que la primera obligación del teatro es no aburrirse». Les siguen las historias de una mujer subsahariana que cuenta a su hijo cómo viajó a Europa y de un joven que relata su experiencia en la Argentina dictatorial de los años 70.
El caso de su padre
«Evidentemente, el exilio o lo que lo motivó en mucha gente es para mí un tema recurrente y que siempre me interesa», reconoce el actor, hijo de un desaparecido en las torturas de la Junta Militar argentina, aunque aclara que «no me planteo una necesidad de expiar nada ni hacer catarsis personal, simplemente sale». No es la primera vez que escribe sobre esto.
«En este caso, se dio una circunstancia personal: se iba a abrir un juicio por el caso de mi padre y eso despertó muchas cosas en mí, porque es algo que anhelas toda la vida, pero realmente nunca piensas que vaya a ocurrir. Eso se unió al hecho de que un amigo me invitó al funeral de una mujer congoleña que había estado en un centro de internamiento para extranjeros. Allí estaba su madre, fue algo muy emotivo. Empecé a investigar sobre su caso y me llevó al tema de la inmigración. Descubrí que lo que separa el exilio de la inmigración es una línea muy fina, y empecé a juntarlos».
Cuenta Peris-Mencheta, también actor, aunque volcado en la dirección últimamente, que este texto, «comparado con "Incrementum"o "La tempestad", tiene otro color: es más luminoso, más ágil... Y eso que, por ser historias sobre la inmigración, parece que tienen que ser más tristes, más grises. Ya sólo por haberme elegido para dirigirlas, el planteamiento de inicio por parte de Juan tiene que ver con trabajar desde un punto de vista lúdico».
Un actor con ganas de jugar
Un doblete de obras reivindica un lugar para Peris-Mencheta como director con ganas de jugar en escena: en breve vuelve a Madrid –pasó fugazmente por el Fringe– su versión de «La tempestad». En la pieza de Botto propone «un montaje "ecoteatral", desnudo, que provoca al espectador para que sea él quien imagine. Son cinco historias contadas de otras tantas maneras diferentes».
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