Zoido: «Seré muy duro al negociar en Tussam»

SEVILLA- «Seré muy duro a la hora de negociar» con los sindicatos de Tussam. El portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, no está dispuesto a «jugar» con el futuro de la empresa municipal de transportes, con una deuda de 136 millones de euros por la que paga anualmente cuatro en intereses.
Por eso, el candidato popular lanzó su primer mensaje al comité de empresa, ya que el coste de la plantilla ascendió en 2009 a 65 millones de euros. Zoido quiere rebajar esa cifra y, por eso, advirtió de que los convenios se deberán «negociar dentro de parámetros razonables», en alusión a las numerosas ventajas de las que disfrutan los empleados de Tussam. En una entrevista con Europa Press, insistió en que siempre debe primar «el interés general», considerando además la «viabilidad» de la sociedad pública.
Tras esa primera advertencia, Zoido aclaró que, si es alcalde en 2011, «una vez que se firme algo» el acuerdo será cumplido «a rajatabla».
Una crítica dirigida especialmente al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, al que volvió a recriminó su nefasta gestión en doce años de gobierno. Zoido recordó que Tussam «no tenía pérdidas acumuladas» en 1999, cuando el PSOE arrebató al PP la Alcaldía, y consideró a PSOE e IU como «los únicos responsables» del difícil escenario en el que se haya sumida la empresa, cuyo consejo de administración acordó recientemente nuevas operaciones de crédito por valor de 12 millones de euros.
«El alcalde ha llegado a muchos acuerdos que después no ha cumplido», criticó Zoido, que reiteró su intención de encomendar la gestión a profesionales para que «hagan viable» la compañía. Como primeros pasos para comenzar esa complicada recuperación, estableció la necesidad de acometer una auditoría y un plan de saneamiento.

En contra de eliminar líneas
La comprometida situación económica de Tussam ha exigido proyectar un plan de saneamiento para salvar a la empresa de la quiebra –de la que sólo la ha librado su carácter público–. Los únicos movimientos que han trascendido al respecto son la privatización parcial –externalización en boca del Ayuntamiento– y la supresión de las líneas más deficitarias. Así, se han eliminado la 36, que discurría entre el Prado de San Sebastián y la Universidad Pablo de Olavide (UPO), la ruta E5 y el «Bus de la Movida» y se han unificado las líneas 5 (Puerta Triana-Santa Aurelia) y 23 (Prado de San Sebastián-Santa Aurelia). Una salida que Juan Ignacio Zoido rechazó y se preguntó, por ejemplo, «cómo se puede privar a los estudiantes de desplazarse a la Universidad porque no sea rentable esa ruta».