Fútbol

Barcelona

«Air» Messi

Leo marcó de cabeza el segundo gol tras un salto espectacular en el que voló. Cristiano empezó fuerte y acabó desesperado

Ronaldo no ocultó su tristeza tras perder contra el Barcelona
Ronaldo no ocultó su tristeza tras perder contra el Barcelonalarazon

Cristiano Ronaldo apareció en el partido de forma fulminante. Quería para él la Copa de Europa y el Balón de Oro, quería que todas las cámaras le enfocaran, pero acabó desesperado. La primera vez que lo hicieron movió la lengua de lado a lado. Así es Cristiano, protagonista para bien y para mal, fuera y dentro del campo, donde demostró que el Manchester se mueve al ritmo que marca él. Pese a que a su alrededor hay buenos jugadores, se eclipsan por la estrella del «7». Una falta en el minuto dos que casi acaba en gol, un tiro lejano, otro más, un regate, Messi desaparecido... Los primeros instantes fueron suyos y Piqué lo pagó con una tarjeta amarilla. Con espacios, Ronaldo es letal.Espacios buscaba Messi, aunque tardó en encontrarlos, como el resto del equipo. Su actuación quedó difuminada en medio de la del resto del grupo. No fue el mejor, pero sí una parte más del campeón de Europa, que era lo que realmente buscaba. Esperó su momento y se coronó en el mejor escenario. «Es el partido de mi vida», había dicho antes de jugar. Tenía que hacer algo especial, algo fuera de lo habitual, y así fue. Su pie izquierdo es mágico, y desde ayer su cabeza también. Las piernas en esta ocasión le sirvieron para impulsarse, para subir muy arriba en busca de un centro perfecto de Xavi. El «6» y el «10», justo los dos jugadores que se perdieron la final de París por lesión. Leo voló, cabeceó y marcó el segundo. Messi es desde ayer «Air» Messi. Antes, en la pelea de los dos mejores se metió Etoo. Parece que el camerunés estuvo acumulando fallos en los últimos partidos para acertar el día más importante. Las finales de la «Champions» parecen para él. Ha marcado en las dos que ha disputado.Tras el tanto del «9», el Barça encontró su sitio y con él, Messi. Cristiano pidió calma a sus compañeros y no hubo más noticias de él hasta la segunda mitad. Leo se cambió la posición con Etoo, como tantas otras veces. Se convirtió en delantero centro, pero bajaba a recibir para asociarse con sus amigos bajitos. Una arrancada justo antes del descanso dejó atrás a todos los jugadores blancos que había a su alrededor, pero se quedó sin campo.Con el pelo mojado se presentó en la segunda mitad el argentino. Se puso guapo para su gran momento, para que su cabello empapado impactara con el balón e hiciera una parábola por encima de Van der Sar. Como Quini o Lineker, como si lo llevara haciendo toda la vida. Mientras, Cristiano empezó a enfadarse. Ferguson movió el banquillo y a su «crack» lo mandó a la izquierda, a encontrarse con Puyol. Tras tres fueras de juego, acabó siendo él el que persiguiera al capitán del Barça, el que diera las patadas y el que fuera amonestado. No era su noche, las cámaras se giraron para prestar atención al quinto equipo en la historia que gana el mismo año la triple corona.