Valencia

Ayudas para dar un acelerón al rally de las ventas de coches

Las ventas de coches volverán a hundirse en febrero
Las ventas de coches volverán a hundirse en febrerolarazon

MADRID- Las medidas de ayuda a la compra en el sector del automóvil anunciadas por Zapatero el pasado 13 de mayo han creado una indudable expectación en el sector. No por su cuantía, ya que los dos mil euros de descuento los estaban otorgando en general casi todos los concesionarios. No por lo inesperado de la medida, ya que todos los profesionales del sector sabían que ésta fue una de las exigencias puestas encima de la mesa por el presidente francés Sarkozy en su reciente visita a España. Sí por las espectativas de ahorro que han creado en un gran número de compradores potenciales.
Pero uno de los mayores obstáculos para su aplicación es que en nuestro país no existe una unidad de mercado y cada región aplica un criterio diferente a la hora de calcular la ayuda. A menudo, los potenciales clientes no saben a qué ayudas pueden acceder. Además, éstas nunca se cobrarán de manera inmediata. Hay un plazo, de como mínimo un mes, para que los pagos se hagan efectivos.
Hay personas que cambian de lugar de residencia para beneficiarse de mayores ayudas. Otras compran documentaciones de vehículos abandonados desde hace años, pero que aún no se han dado de baja, para así cobrar las ayudas. Por si fuera poco, el conocido Plan2000E tiene bastantes limitaciones. No afecta a todos los coches nuevos, sino a una minoría que responde a unos determinados criterios, como la emisión de gases de escape, limitada a 149 gramos por kilómetro.
En algunas marcas, sobre todo las de turismos de gama media y alta, la casi totalidad se escapa de los incentivos. La entrega de un coche de más de diez años es otro de los requisitos. En algunas comunidades, como Cataluña, el plan afecta a las motocicletas. Sin embargo, en el resto de España se desconoce qué ocurre con ellas.
Otras autonomías, como Madrid, hacen un descuento del 20% sobre el impuesto de matriculación, lo que favorece a todos los vehículos vendidos, sin distinción de otras características técnicas. Esta medida fue criticada por la izquierda ya que consigue también descuentos para los coches de grandes cilindradas. Pero que finalmente incrementa el comercio de coches a todos los niveles, de sus talleres y sus repuestos.
En el fondo de toda la polémica está la improvisación. Cuando Zapatero anunció que el Gobierno ponía 500 euros; otros 500, las autonomías y 1.000 las marcas, no había hablado ni con fabricantes ni con autonomías. Por eso muchas de ellas se han negado a unirse al plan. Algunas ya tenían iniciativas más efectivas, como Navarra, Valencia o Madrid. Otras, no se han sumado por falta de recursos. El Gobierno tampoco tiene una partida presupuestaria asignada a este fin.
Por el momento, estos planes de ayudas no se han traducido en ventas. Parece que hay más circulación en los concesionarios y que los efectos se podrán medir en las matriculaciones de junio. Pero en mayo el mercado se volvió a dar otro resbalón, con una pérdida del 38,7% respecto al mismo mes de 2008. En julio la caída tendrá que ser forzosamente menor, ya que fue hace un año cuando se agudizó la crisis y ya julio y los meses siguientes fueron tan malos que es muy díficil que se den porcentajes de descensos tan abultados como en la primera mitad del año.
A este plan se podrán acoger unos 70.000 coches al año. Una buena cifra, pero insuficiente para sacar al sector de una crisis profunda de ventas que llevará al mercado español de 1,6 millones de unidades vendidas en 2007 a unas 800.000 en 2009.


Ignoran cuándo cobrarán
Una de las mayores dificultades para la implementación del Plan 2000E es que, mientras las ayudas de las marcas, de 1.000 euros o más, son seguras, los 500 euros del Gobierno y los otros 500 de algunas autonomías no se sabe cuándo se hacen efectivos. Los concesionarios se apuntan en una página web y, una vez entregada toda la documentación necesaria, de la venta y el achatarramiento, deben esperar al menos un mes para cobrar las ayudas. Pero no hay experiencia de que este plazo se vaya a cumplir. Por ello, los concesionarios sugieren a los clientes que el dinero quede depositado en el banco y, cuando llegue la ayuda, se lo reembolsan al cliente.
Porque otro de los requisitos es que el comprador no tenga deudas con el Estado. Si hay duedas de impuestos, Seguridad Social o de otro tipo, se le podrán denegar las ayudas y aplicarlas al pago de la deuda. En este caso, si el concesionario vendedor ya ha hecho el descuento, debería reclamarle la cantidad al cliente, lo cual no será fácil y provocará nuevos retrasos en el cobro. Situaciones de este tipo, fruto de la improvisación de la medida, están frenando la mejora del mercado.