Centros comerciales

Bancos y bolardos contra «alunizajes»

Un banco, fijado al pavimento, frente a un establecimiento de lujo en el barrio de Salamanca
Un banco, fijado al pavimento, frente a un establecimiento de lujo en el barrio de Salamancalarazon

Madrid- Entre obras masivas y alunizajes día sí, día también, los comerciantes de la zona de la Milla de Oro pueden estar cualquier cosa menos contentos con un entorno de trabajo que se parece más a una zona de guerra que a otra cosa. En vista de que la presencia policial no atemoriza a los delincuentes y para evitar que cada comercio tenga que solucionar el asunto por su cuenta, con los consiguientes gastos, el Área de Gobierno de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid ha decidido, de acuerdo con la de Economía y la Confederación de Comercio Especializado (Cocem) recolocar todo el diseño de mobiliario urbano de la zona. Contra los alunizajes se convertirán en barreras arquitectónicas. El Ayuntamiento y la policía local han evaluado durante cinco meses, y tienda por tienda, toda la calle Ortega y Gasset desde el Paseo de la Castellana hasta Francisco Silvela, y han decidido cambiar la colocación de maceteros, bancos, bolardos, parquímetros y demás elementos para estorbar en lo posible el paso de los coches que los asaltantes usan para derribar cristaleras y puertas blindadas. Desde Cocem se considera la experiencia como una prueba que, de funcionar, podría extenderse a otras zonas comerciales de la ciudad.En la reunión que mantuvieron estos empresarios y los representantes municipales, el delegado de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, y el delegado de Seguridad y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, han explicado que el nuevo Plan de Mejora de Seguridad se pondrá en marcha dentro de unas semanas y que ha sido cuidadosamente estudiado por la misma policía municipal, contando con los preceptivos asesoramientos técnicos. La asociación empresarial espera que los cambios solucionen el problema, y los comerciantes también creen en los beneficios de la medida: «Seguro que impedirá atracos –estimaba ayer un joyero que lleva 20 años en la zona– pero lo que hay que hacer es ir a la raíz del problema: que el código penal no es suficientemente duro con estos delitos. Salen baratos».