Estados Unidos
Brasil recupera el buen tono
Felipe Melo, Robinho y Maicon acabaron con la resistencia de una débil Estados Unidos / Destellos de Kaká en la clasificación de los brasileños
No fue la octava maravilla, ni tan siquiera la primera. Brasil fue, simplemente, una buena selección, que encontró más facilidades de las previstas y que encarriló muy pronto el encuentro ante Estados Unidos con el gol de Felipe Melo. Después Robinho y Maicon se sumaron a la fiesta amarilla, que sirvió para que Brasil sellase su clasificación para las semifinales.
Dunga, discutido por su discurso futbolístico, ha encontrado en este torneo la posibilidad de ver en acciones a jugadores que actúan en Brasil. Y así aparecieron ayer Ramires, Miranda, André Santos y Nilmar. Además, había que dar descanso a algunos titulares y Kaká, que fue de la partida, se retiró a los sesenta y nueve minutos para que entrara Baptista.
Un buen arranque le sirvió a Brasil para hacer dos goles, demostrar a los Estados Unidos que todavía hay clases y cerrar el partido. Felipe Melo, un futbolista del agrado de Jorge Valdano, que jugó en el Almería y en el Racing y ahora lo hace en la Fiorentina, batió a Howard y permitió a los suyos jugar con tranquilidad. Además, Dunga no se sale del guión y ayer jugó con tres medias puntas, Ramires, Kaká y Robinho, por detrás de Luis Fabiano. De sujetar al equipo, de dar ese equilibrio del que hablan los entrenadores se encargan Felipe Melo y Gilberto Silva. Y con todo controlado, ante un débil rival, hizo Robinho el segundo tanto tras una espectacular galopada de Ramires, después de un córner lanzado por los norteamericanos.
Brasil jugaba cómodo, dominaba, triangulaba y se permitía tocar al borde del área rival. Kaká sobresalía por su elegancia a la hora de dar los pases y Robinho –a lo mejor quería agradar a Guardiola– destacaba en su juego individual, con sus regates y su forma peculiar de ver el fútbol.
Se gustaba Brasil y se desesperaba EE UU, que perdió a Sacha Kljestan (min. 57) por expulsión. Más facilidades para los de Dunga y para Maicon, otro que está en la lista de Valdano, que se marcó un golazo ante la pasividad de la defensa rival.
Después llegaron los cambios, Brasil levantó el pie y pensó en Italia, su próximo rival. Dunga recuperó la sonrisa y su equipo, el nivel exigido. A una selección como la brasileña siempre hay que exigirle el máximo.
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