Primera División

Equipos Primera División

Compulsivos

La Razón
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Los presidentes de los grandes clubes deberían distinguirse por la moderación. Sus manifestaciones no suelen coadyuvar al mejor entendimiento en- tre las masas de seguidores porque en ellas hay un porcentaje que convierte una frase en bate de béisbol.El presidente del Barcelona, Joan Laporta, se ha me- tido en camisa de once varas al comentar los fichajes del Madrid. Ha dicho que la tri- pleta conquistada ha obligado a su adversario a com- prar compulsivamente. Si no se conociera el modo de operar de Florentino Pérez habría que aceptar el análisis de Laporta. El presidente del Madrid, con triunfos barcelonistas o no, siempre se lanzaría al ruedo a torear en el mercado los toros más difíciles para buscar el aplauso de la plaza.Los antecedentes de actitudes compulsivas son fáciles de hallar. Sin ir más lejos, en Joan Gaspart, durante cuya presidencia se contrató sin ton ni son. Bien es verdad que en ello hubo provocación previa por la «operación Figo». Los arrebatos presidenciales no suelen transformarse en equipos equilibrados capaces de ganar títulos. Pero fichando a los mejores es más probable que abasteciéndose de mediocridades, aunque, a veces, éstas también dan réditos y de ahí las dos Ligas ganadas durante el mandato de Calderón.Laporta presume de haber construido un gran equipo. Éxito total sería que pudiera resistir los ataques del Madrid. Está por ver.