San Fernando de Henares
Coser y cantar
No parece, por lo que nos cuenta Rosario que ella y su hermana tengan las agendas conectadas, pero por un momento casi creemos que se han puesto de acuerdo para dejar un rato los escenarios y saltar al ruedo de los escaparates. Mejor nos explicamos: esta semana, mientras la pequeña de las Flores inauguraba una nueva tienda de Yokana, firma de la que es imagen, en Las Rozas Village, Lolita ultimaba los preparativos de su primer local en Madrid, en pleno Malasaña. Rosario dice que es coincidencia, y también aclara que le encanta todo lo que diseña su hermana, «por eso no voy a su tienda, porque me lo llevo todo y así no hacemos negocio».Hablamos con Rosario casi a cien kilómetros por hora, tan ajustado lleva el cronómetro después de haber estado de gira por Iberoamérica: Santo Domingo, Miami, Venezuela... Un «tour» frenético en el que ha presentado su álbum «Parte de mí», el mismo que seguirá cantando este verano por toda España, ayer mismo en San Fernando de Henares. Entre un avión y otro, la artista vivió como un mazazo la muerte de Antonio Vega, con quien compartió momentos, escenarios e incluso canciones, «El sitio de mi recreo» y «En el mismo lugar». De él asegura que «tuve tiempo de disfrutarlo mucho, y sólo puedo decir que era generoso, generoso. Y el poeta más bonito del mundo». Ahí queda eso. Para otro grande, Pedro Almodóvar, también lanza piropos, ya que «está tan ocupado que no le veo nunca, pero le he llamado para felicitarle por "Los abrazos rotos"». El manchego fue quien convirtió a Rosario en una suerte de intenso Manolete en «Hable con ella» y, desde entonces, no hemos vuelto a verla en la gran pantalla. Pero no porque no quiera. «A ver si se deciden ya y me llaman», dice entre risas, y rectifica: «De todas formas, yo soy más que nada carne de escenario, del cante y el baile».Seguimos la charla con cuestiones de moda, ya que Rosario es imagen de Yokana desde hace cinco temporadas, una firma con la que se identifica –y no es mentira, vean los anuncios– por su estilo étnico y su colorido. Aunque asegura que utiliza muchas prendas de la marca, nos cuenta un secreto de estrella: la ropa que luce en sus conciertos se la hace ella misma, ya que necesita que sean piezas muy cómodas para poder bailar como merecen sus «fans». Y así lo hará durante todo el verano, pero confía en tener un huequito para descansar con su marido y sus dos hijos. ¿Que si ellos serán también artistas? Imaginen que contesta a algo así una Flores: «Dios quiera que todos los que vengan a la familia sean artistas, aunque todavía es pronto para saberlo porque son muy chiquititos. Eso sí, el niño, con tres años, tiene un oído musical muy bueno. A ver si acaba convertido en un gran músico y puedo actuar con él». Que no le quepa duda.
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