Estreno
Emily Blunt: «El arte de la interpretación se ha perdido»
Corona, cetro y bastón de mando en la mano, la actriz británica se ha acercado a la monarca inglesa y ha descubierto a una mujer apasionada. Blunt ya piensa en su nuevo proyecto.
Aficionada al golf y lectora empedernida, esta actriz británica, un punto distante y misteriosa, se amolda al largo periodo que fue la Era Victoriana, protagonizado por la Reina Victoria (tatarabuela de Don Juan Carlos), en el filme que ha producido una extraña pareja formada por Martin Scorsese y Sarah Ferguson, Duquesa de York. Emily Blunt empezó a trabajar como actriz a los 16 años en el teatro londinense, aunque su primer éxito no llegó hasta varios años después con «My Summer of Love» en el cine. El público se rindió a su frescura en «El diablo se viste de Prada» por el que obtuvo un Globo de oro.-¿Qué opinión tenía de la reina Victoria antes de rodar el filme?-Siempre la consideré una persona amargada y reprimida, la ví como una mujer mayor incluso de jovencita; después empecé a leer libros sobre ella y me enamoré del personaje. Cuando descubrí la parte íntima de la reina me di cuenta de lo equivocada que estaba: ella había sido una joven fiera, rebelde y bastante apasionada. -Para interpretar a la monarca, ¿se inspiró en el trabajo de actrices como Helen Mirren, Cate Blanchet y Judi Dench?-No creas que no lo pensé, porque un papel como éste no hace sino crear expectativa entre el público; son actrices a quienes admiro, sin embargo he tratado de moldear el papel desde mi punto de vista.-Imagino que ha sido un gran privilegio convertirse en la Reina Victoria y lucir su corona.-Es un gran drama y me fascinó formar parte de esta historia. Siento que ahora estoy en un momento importante en mi carrera porque me ofrecen papeles de mayor envergadura y también observo que la presión aumenta. Espero que la gente tenga fe en mí y la mantenga durante mucho tiempo.-¿Respiró al acabar el rodaje?-En mi cabeza ya rondaba el papel que iba a interpretar un par de meses después, en «The Wolf Man», un proyecto sensacional, de terror, junto a Anthony Hopkins y Benicio del Toro. Me fascina la variedad, dar vida a mujeres que nada tengan que ver entre sí.-A la suya le han colgado la etiqueta de «Generación Mac». ¿Qué le parece?-Estamos ahí. Yo no quiero emular a nadie, me inspiro en los actores que me gustan y que me pueden aportar algo, soy como una ladrona que va robando de aquí y de allá (risas), pero lo hago siempre con responsabilidad.-Si hay una palabra que caracterice su trayectoria ésa es coherencia.-He trabajado muy duro y nadie me ha regalado nada desde que entré en el mundo de la interpretación. Vivimos una época en la que se nos avasalla con películas comerciales, llenas de efectos especiales. Tengo la sensación de que el arte de la interpretación se ha perdido por lo menos un poquito. Como actriz quiero mantener la calidad en mi trabajo porque consiste en emocionar, entretener y evitar que el público se quede profundamente dormido en la butaca. Es algo que no me puedo permitir.-Parece que no le obsesiona lucir espectacular en la pantalla, como a otras actrices jóvenes.-Si entras en ese círculo vicioso de la belleza te puede tiranizar, obsesionar, y acabar contigo antes de empezar a tener una carrera de verdad y con un mínimo de coherencia. Como cualquier chica de mi edad, tengo días buenos y regulares, y también alguno que otro malo. Reconozco que soy una mujer un punto excéntrica, pero si hay algo sobre lo que no tengo ninguna duda es de que estoy segura de mí.
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