Ciencias humanas

El CSIC logra por primera vez analizar el ADN de las aves sin capturarlas

El nuevo método permite el estudio de sus hábitos y cómo repercuten en la biodiversidad

La Razón
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Costumbres

 

Este sistema de análisis permite conocer las costumbres y la alimentación de las dos especies. De este modo, se puede determinar su habitat exacto y crear una política forestal apropiada para la protección de las palomas y del medio.

Esta técnica innovadora es especialmente importante, como destaca el propio Nogales «porque no es invasiva. Nos permite estudiar los hábitos de las palomas sin necesidad de atraparlas, lo cual tiene una repercusión enormemente beneficiosa para toda la biodiversidad canaria».

Según Nogales, «esta clase de estudios habían sido aplicados con anterioridad a otros taxones amenazados de extinción, como por ejemplo el lince ibérico, Pero el método actual de identificación diseñado por el CSIC se ha desarrollado por primera vez en estas palomas y es perfectamente extrapolable a cualquier ave».

Las investigaciones han sido financiadas por el organismo autónomo de Parques Nacionales, que pertenece al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Tras dos años de investigaciones, un equipo del CSIC ha conseguido crear un sistema novedoso de identificación molecular en aves, que permite su estudio sin necesidad de capturarlas ni de producirlas daño alguno.

La técnica inocua examina los tejidos de los alimentos ingeridos a partir del análisis de excrementos. El método se desarrolla en tres fases. En una primera etapa se extrae el tejido muscular de cadáveres refrigerados de las aves fallecidas recientemente y encontradas en el bosque para analizar su ADN. En un segundo paso se hace una ampliación de la cadena genética y se consiguen varias series para estudiar en una tercera etapa del proceso su secuenciación. Con la información lograda se recogen las heces, aún frescas, de los animales y se supeditan a observación y análisis con microscopía óptica de alta resolución.

Este ecológico sistema de identificación genética ha sido diseñado por el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La idea de desarrollar esta técnica surge a partir de la existencia en las Islas Canarias de dos clases de palomas muy especiales, la turqué y la rabiche, exclusivas de la zona, o especies endémicas, que cohabitan en la laurisilva, una formación boscosa de más de 20 millones de años que se extendía principalmente por la cuenca del mediterráneo y que en la actualidad apenas quedan vestigios en el archipiélago de las Azores, Madeira y Canarias. Las dos clases de palomas están consideradas en peligro de extinción por la Unión Internacional de Protección de la Naturaleza (UIPN).

Manuel Nogales, encargado de Ecología y Evolución en Islas del IPNA y uno de los responsables del descubrimiento, explica «que son palomas únicas y fundamentales para la conservación del ecosistema, ya que actúan como dispersoras de semillas y como depredadoras de elementos nocivos para las mismas».