Blanqueo de capitales
El PSOE se niega a mover el archivo de Alcalá-Zamora
El PP presentó una moción para su traslado, pero perdió la votación por la ausencia de dos senadores
Ni los historiadores, ni los descendientes del protagonista ni la oposición. No hay quien consiga que el archivo personal del ex presidente de la II República Niceto Alcalá-Zamora salga de la sala del Ministerio de Cultura en la que se encuentra custodiado, al menos hasta que un juez no diga lo contrario. El penúltimo intento se produjo ayer, cuando el Senado rechazó, casi por la mínima, una moción presentada por el PP para trasladar a la Real Academia de la Historia los valiosos documentos que en 1937 le robaron al político, y que la Guardia Civil recuperó a finales del pasado año cuando el hombre que los poseía intentaba vendérselos a dos historiadores.La propuesta de traslado, presentada por el senador Juan Van-Halen en la Comisión de Cultura, fue rechazada por 12 votos a 10, entre otras cosas por la ausencia de dos senadores del PP, que impidieron a la oposición al menos empatar la votación, según fuentes del Senado. Los diez senadores socialistas, por el contrario, consiguieron dos votos adicionales de los grupos minoritarios.Accesibles a los historiadoresLa propuesta del senador Van-Halen, empeñado desde hace meses en garantizar la integridad del archivo de Alcalá-Zamora, tenía un objetivo claro: permitir que los investigadores y los historiadores puedan acceder al contenido de los 1.200 documentos, que según los pocos expertos que han podido aproximarse a ellos pueden aportar muchas de las claves aún ocultas de los prolegómenos de la Guerra Civil. De hecho, el portavoz de Cultura popular no se fía del uso que se pueda dar en el Ministerio de Cultura a una información tan «sensible» para la izquierda española del 36. «Una documentación de tal importancia no puede estar en el Ministerio, sino que debe ser custodiada por los historiadores», asegura. Frente a estas acusaciones, el senador socialista Mario Bedera aseguró que los papeles de Alcalá-Zamora están en el Ministerio de Cultura porque el juzgado ordenó a la Guardia Civil que fueran depositados en las instalaciones de esta institución, «que reúnen las condiciones idóneas para su guarda y custodia», informa Ep. Otra cosa será, por tanto, cuando el juez de Valencia encargado del caso determine quién es el legítimo propietario de los legajos.Por el momento, la primera decisión del magistrado, recurrida por los herederos del ex presidente de la República, ha sido considerar que el empresario valenciano que los tenía en su poder y que intentó venderlos, de nombre Mariano Soria, debe recuperarlos, al considerar que el delito de robo ha prescrito.Por orden de CarrilloEl culebrón en torno a estos documentos tiene todos los ingredientes necesarios para haber despertado la expectación entre los investigadores. Primero, por su contenido: cartas personales, reflexiones íntimas, registros oficiales y, sobre todo, las actas de las elecciones de febrero de 1936, que oficialmente ganó la izquierda entre insistentes acusaciones de «pucherazo» por parte de la derecha. Y segundo, por la forma en la que fue robado el material, extraído de la caja fuerte de un banco por orden, según el propio Alcalá-Zamora, de Santiago Carrillo. La maleta fue ocultada por un espía que se la legó a su hijo, hasta que cayó en manos de la Guardia Civil.
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