Teherán

El régimen iraní acelera su brutal represión

Detenciones, golpes y expulsiones. El régimen trata de ganar terreno antes de la jura de Ahmadineyad.

El régimen iraní acelera su brutal represión
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El régimen de los ayatolás se siente vencedor. A menos de un mes de la jura del presidente Ahmadineyad, el poder trata de reafirmarse y se afana en aplastar cualquier atisbo de protesta en la calle. Al caer la tarde en Teherán, la Policía iraní reprimió con violencia a varios centenares de personas que trataban de manifestarse frente al Parlamento tras un llamamiento del candidato reformista, Mirhossein Musavi.

 

Efectivos antidisturbios y milicianos islámicos «Basij» emplearon gases lacrimógenos y porras para dispersar a grupos de personas que levantaban el brazo y clamaban «Alahu Akbar» (Dios es el más grande), según las fuentes. Desde que el pasado 13 de junio se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales, Irán es escenario de multitudinarias protestas de la oposición que denuncia un supuesto fraude masivo en favor de Ahmadineyad.

 

Extranjeros detenidos

 

Las marchas han sido reprimidas con dureza por la Policía y grupos de milicianos voluntarios, que han tomado Teherán. Hasta el momento han muerto al menos una veintena de personas en los enfrentamientos.

 

Pero la represión no se limita a los ciudadanos nacionales. El Gobierno iraní aseguró ayer que varios ciudadanos británicos han participado en los disturbios y advirtió de que está replanteándose las relaciones diplomáticas con Reino Unido. El ministro de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, también culpó ayer a la CIA y al Gobierno de EE UU de estar detrás de las protestas. «Todo aquel que, bajo cualquier nombre o título, recoja informaciones sobre Irán será detenido, y hasta la fecha ha sido arrestado un periodista extranjero», declaró el ministro de Inteligencia, Gholam Husein Mohseni Ejei. Asimismo, «otra persona» ha sido detenida e interrogada y su equipo ha sido confiscado, precisó, sin más detalles. «Los que convoquen a la gente para tomar las calles serán responsables del derramamiento de sangre», concluyó.

 

Presiones

 

Por si aún quedaba alguna duda, el líder supremo de la Revolución iraní, el ayatolá Ali Jamenei, volvió a respaldar ayer la victoria de Ahmadineyad, al tiempo que advirtió que el régimen «no cederá a las presiones» populares.

 

En una declaración divulgada a través de la televisión estatal, la máxima autoridad de Irán insta a los candidatos a deponer las protestas e invita a todos los iraníes a arropar en sus labores al Gobierno. «Sobre los recientes incidentes en relación con las elecciones, insisto en que se debe aplicar la ley. Ni el sistema ni el pueblo cederán ante la fuerza», afirmó.

 

El líder iraní instó, asimismo, a todos los diputados y responsables a colaborar con el Ejecutivo. «No seáis duros con el Gobierno. Cooperar en su tarea de forma amistosa», señaló. Por su parte, el ayatolá disidente Montazeri ha convocado tres días de duelo en honor de los muertos en las protestas.

 

Ayer también se supo que la Policía iraní ha detenido a dos supuestos miembros del grupo opositor armado Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), a los que acusa de golpear a un miliciano «Basij». Al parecer, los dos hombres han sido identificados como los que supuestamente golpeaban a otro hombre en unas imágenes que la televisión estatal ha mostrado hasta la saciedad para intentar convencer a la sociedad de que las protestas están orquestadas desde el exterior.

 

Asimismo, el régimen informó ayer de que el Poder Judicial formará un tribunal especial para juzgar a los detenidos por las protestas. El citado tribunal investigará caso por caso para «revelar quién está detrás de los disturbios». Y por si esto fuera poco, las Fuerzas Aéreas iraníes pusieron ayer fin a tres días de maniobras bélicas en el Golfo Pérsico y el mar de Omán con la prueba de «bombas inteligentes» de fabricación casera.