Badajoz

Enfermeros

La Razón
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Pronto la Universidad abrirá sus puertas a nuevos alumnos y es un buen momento para transmitir a los varones que estudiar Enfermería es una buena opción a elegir. Es una profesión mayoritariamente femenina que tienen género, el de las personas que la ejercen, que «generiza» a quienes la ejercen. Un matiz esencial. Las actividades profesionales delimitan la posición social, el poder y el prestigio de varones y mujeres, dejando patente la invisibilidad del trabajo femenino, el escaso poder de las mujeres en las organizaciones y su reducida o nula voz social. La invisibilidad es un problema que afecta a la Enfermería. Resulta desconocida para muchos de los pacientes y familiares. Ésta es una razón que influye en que sea tan poco deseada por los varones. Pese a su ello, las enfermeras cuidan, educan, aconsejan, dirigen e investigan. Su trabajo está marcado por la polivalencia, la flexibilidad y la multidisciplinaridad. Igualmente, está lleno de paradojas: desarrollan un espíritu analítico teniendo en cuenta la globalidad, realizan competencias técnicas de alto nivel, manteniendo el calor humano y la sencillez en el contacto. Todos exigen que combine el conocimiento de la alta tecnología junto con la proximidad. Se necesita inteligencia, coraje, habilidad, compasión, ternura y compromiso a cambio de inmensas posibilidades de crecimiento personal e ilimitadas oportunidades para conocer a muchas personas, que es como conocer muchos mundos. Es a los hombres a los que va dirigido este pequeño artículo. Hoy quiero hacer protagonistas de mi reconocimiento a mis colegas hombres y a mis alumnos varones, los de ayer, hoy y siempre. A todos ellos por enrolarse en un ejército tan silencioso y diferente al suyo. A todos ellos por compartir lo mejor de sí mismos. A todos ellos, por ser lo suficientemente hombres como para ser enfermeras.