Ciencias humanas
Estudian cómo luchan las algas contra los hongos
En la naturaleza está la respuesta. A pesar de su continuo deterioro por la mano del hombre, la tierra y la biodiversidad que alberga son si no la solución, al menos parte de ella. Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Georgia está estudiando cómo organismos tan simples como las algas pueden producir complejas defensas químicas paa protegerse de las amenazas microbianas, como pueden ser los hongos, por ejemplo. Para ello, los expertos están utilizando una nueva técnica analítica, conocida como espectrometría de masas de ionización, que permite analizar la actividad química que tiene lugar en las superficies de estos organismos.«Las plantas y los animales emplean la química para luchar uno contra el otro», manifestó Julia Kubanek, del Instituto Tecnológico de Georgia. «Los científicos pueden «escuchar» esta lucha y quizás aprender y «robar» algunas de las fórmulas para aplicaciones biomédicas», añadió.De lograr el objetivo, la comprensión de cómo logran producir esas defensas, los científicos consideran que podrían adaptar algunos de esos compuestos químicos para lugar contra diferentes enfermedades que padecen los seres humanos, como el cáncer, el VIH o el paludismo, entre otras. Las primeras notas de este estudio serán publicadas en la«PNAS».Utilizando la citada técnica, los investigadores analizaron recientemente diferentes muestras de algas tomadas y pudieron encontrar en ellas grupos de diferentes compuestos anti-hongos de color claro en la superficie de ellas. A modo de parches, estos compuestos cubren aquellas heridas que se forman en la parte exterior de las algas. De este modo, «bloquea los puntos de entrada de los micoribos que de otro modo podrían invadir y causar enefermedad», explicó Juibanek. «Las algas no tienen células B, ni T ni el sistema inmunológico de los humandos. Pero en su lugar, tienen algunos compuestos químicos en sus tejidos para protegerse», añade.Los investigadores se sorprendieron al encontrar dos tipos distintos de fungicidas químicos. Así, en un subgrupo de especies de algas localizaron hasta 18 compuestos anti-hongos diferentes. En el otro grupo de algas, detectaron diez, todos ellos distintos de los descubiertos en la primera tanda. «Cada compuesto tiene un papel distinto en la defensa contra el hongo, y creemos que todos ellos trabajan juntos en esta lucha», afirma la bióloga. Kubanek se pregunta cómo estos organismos sencillos pueden producir 28 compuestos químicos diferentes. «Aprender acerca de cómo evitan enfermedades otras especies puede ayudarnos a luchas o tratar nuestras propias enfermedades», concluye.
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