Irán

Irán calienta la visita de Bush

El Pentágono denuncia amenazantes movimientos de la Marina iraní en la entrada del Golfo Pérsico.

La Razón
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Washington- «Voy hacia vosotros. Vais a explotar en un par de minutos». Ésta fue la transmisión de radio que captaron tres buques de guerra estadounidenses escasos minutos después de verse rodeados por cinco lanchas rápidas de ataque iraníes, posiblemente pilotadas por miembros de la Guardia Revolucionaria. El incidente ocurrió el domingo en la más importante ruta del petróleo del mundo, el estrecho de Ormuz. «Es la provocación más seria de este tipo hasta el momento», señaló el Pentágono, que asegura que el suceso estuvo literalmente a punto de iniciar un enfrentamiento armado entre los dos países.

Aunque nadie resultó herido, la Casa Blanca ha manifestado su irritación por el «acoso y la provocación» de los barcos iraníes, que se acercaron a los buques estadounidenses haciendo «maniobras amenazantes» y a gran velocidad. La peligrosa bravuconada iraní parece estar perfectamente coordinada con la visita del presidente George W. Bush a la zona. El mandatario sale hoy hacia Oriente Medio en un viaje de ocho días que le llevará a Israel, los territorios palestinos, Egipto, Arabia Saudí y varios países del Golfo. Avanzar en el resucitado proceso de paz entre israelíes y palestinos es el gran objetivo de la gira, pero Bush quiere además cimentar el apoyo internacional para seguir presionando a Irán. Pese a que la Inteligencia de EE UU reveló en un informe el pasado diciembre que el programa de armas nucleares del régimen de los ayatolás lleva paralizado desde 2003, Washington es partidario de seguir estrechando el cerco a Irán para que no pueda retomar sus ambiciones nucleares.

El incidente del domingo no ayuda a calmar los ánimos. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Gordon Johndroe, urgió a Irán a abstenerse de tales acciones de provocación, ya que pueden llevar a «un peligroso incidente en el futuro».

Según la versión del Pentágono, las cinco lanchas iraníes llegaron a aproximarse a 200 metros de los buques de EE UU con maniobras desafiantes. Fue entonces cuando el destructor «USS Hopper», el crucero «USS Port Royal» y la fragata «USS Ingraham» escucharon por radio que los iraníes amenazaban con destruirlos. Inmediatamente, los oficiales estadounidenses tomaron posiciones de disparo y estaban «en el proceso» de dar la orden de abrir fuego cuando las lanchas iraníes se empezaron a alejar rápidamente.