Huelva

La Audiencia Nacional absuelve a un preso etarra acusado de amenazar a un funcionario simulando disparar una pistola

La Sección Primera considera que el gesto fue equívoco dado que no extendió el brazo ni representó que apretaba un gatillo

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto de un delito de amenazas terroristas al preso de ETA José Carlos Apesteguia Jaca, para quien la Fiscalía pedía dos años más de cárcel por haber amenazado a un funcionario de la prisión de Huelva en la que cumple condena, apuntándole con el dedo índice y el pulgar extendidos en lo que se interpretó como una simulación del disparo de una pistola.
Durante el juicio, celebrado en la Audiencia Nacional, el acusado negó estos hechos ante el tribunal y se defendió alegando que sólo estaba gesticulando moviendo la mano "de arriba a abajo para reforzar sus argumentos".
La sentencia, hecha pública hoy, indica que el gesto de señalar a alguien, durante un enfrentamiento verbal, con el dedo índice y el pulgar levantado, es "equívoco"dado que no tiene que significar necesariamente "la representación de un disparo".
Los hechos tuvieron lugar el 22 de junio de 2006 cuando los funcionarios de la prisión de Huelva instaron a Apesteguia Jaca a atravesar un arco detector de metales dado que pretendía salir al patio portando una bolsa de deporte.
Esta exigencia desencadenó una discusión durante la que el preso realizó el gesto con las manos que "provocó la alarma de los funcionarios por tratarse de un penado miembro de ETA, lo que hizo que se sintieran amenazados", dice la resolución. Cuando se le exigió que bajara el dedo, Apesteguia Jaca contestó que la mano "no era su pistola"sino "sólo su dedo", añade.
Los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal agregan en su sentencia que el gesto del miembro de ETA no iba acompañado "de un brazo que se extiende para simular que se apunta ni de un dedo que aprieta el gatillo"lo que "hubiese tenido un innegable contenido amenazador".
En cuanto a la respuesta dada por el preso la resolución destaca que a pesar de que puede evocar que el preso pensaba en un arma al hacer el movimiento, también "puede significar lo contrario, insistir en que no tiene más que sus manos".
El fiscal consideraba a Apesteguia Jaca autor de un delito de amenazas terroristas al entender que habían quedado acreditadas las intenciones del preso que "llevó el miedo y el desasosiego a una persona". "Hay que recordar la organización a la que pertenece el acusado y como el colectivo de funcionarios de prisiones está entre los objetivos de ETA, detrás de ese gesto hay muchos funcionarios asesinados", indicó durante el juicio.