Los bomberos muertos dejan tres hijos y otro que nacerá en dos meses

Barcelona - Si alguien era capaz de acabar con este tipo de incendio eran ellos, pero el viento les jugó una mala pasada y les dejó encerrados. Jaume Arpa, Ramon Espinet, David Duaigües y Jordi Moré, los cuatro bomberos que perecieron anteayer entre las llamas en Horta de Sant Joan, pertenecían al GRAF (Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales), los GEO de los Bomberos. Este grupo nació tras los devastadores fuegos de 1998 en Cataluña. Estos cuatro héroes trabajaban las coordenadas del «fuego técnico», actuaban de forma rápida, abarcando zonas inaccesibles donde no llegan las mangueras. Jaume, David, Ramon y Jordi son las cuatro primeras víctimas de este grupo, elogiado por el resto de equipos de salvamento por su estudio y gestión de fondo del fuego forestal. Con su muerte, tres niños pierden a su padre (Jordi tenía gemelos y Ramon un pequeño de dos años) y un bebé que nacerá en dos meses no llegará a conocer a Jaume. Especialmente Lérida, donde se han decretado tres días de luto, lloraba ayer a las víctimas, ya que todos ellos residían en algún municipio de la provincia. Los familiares fueron alojados la misma noche del lunes en el hotel Corona de Aragón de Tortosa tras trascender la tragedia. Allí, «destrozados», según relató el delegado del Govern en las tierras del Ebro, Lluís Salvadó, recibieron al alud de autoridades que se acercaron durante la jornada para transmitir sus condolencias. Entre ellas, las de las ministras de Medio Ambiente y Defensa y el presidente de la Generalitat, José Montilla.Ninguno de los familiares quiso hablar, permanecen en la intimidad, atendidos por psicólogos y a la espera de que se conozcan los resultados de la autopsia. Está previsto que se oficien hoy tres funerales (los de David y Jordi en Lérida y la incineración de Jaume en Taragona). El de Ramon se oficiará el viernes en Palau d'Aglesola (Lérida).Los dos heridos están en el Hospital de Vall de Hebron (Barcelona). Josep Pallàs, con quemaduras por el 75 por ciento de su cuerpo, está muy grave por un fallo respiratorio. Pau C., de 31 años, presenta quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo y se teme por su vida al sufrir al cierre de la edición un fallo multiorgánico.