La vicepresidenta primera del Gobierno recibió ayer el Premio Montblanc a la Mujer 2007 de manos del consejero delegado de Montblanc España, Hubert Wiese (en la foto). El jurado valoró en María Teresa Fernández de la Vega «su exigente e impecable dedicación al servicio público, que la ha convertido en un modelo». En su discurso, la premiada dedicó el galardón a todas aquellas personas que lo arriesgan todo, incluso la propia vida, por la libertad. «Hoy vivimos –señaló–en sociedades más decentes, más justas, sociedades democráticas que rechazan la discriminación y que saben que la igualdad real de derechos y oportunidades es un horizonte de dignidad al que nadie puede ya renunciar», aunque también admitió que todavía queda mucho por hacer.