Bruselas
Mayor Oreja: El porvenir político a los 57 años
Con 57 años, Jaime Mayor Oreja volverá a tener la oportunidad de demostrar que es un político con mucho camino por delante. Y de demostrar que el PP puede contar con él para volver a la senda de la victoria electoral tras la decepción de las generales del año pasado.
Jaime Mayor Oreja, nacido en San Sebastián, de titulación ingeniero agrónomo, es -excluido Rajoy- el último representante en el actual Partido Popular del equipo con el que José María Aznar desempeñó la Presidencia del Gobierno, al menos durante su primera legislatura, ya que el dirigente vasco fue ministro de Interior desde 1996 a 2001.
Al frente de ese Departamento, sufrió la ruptura de la tregua de ETA y las secuelas del brutal asesinato de concejal popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco.
Abandonó la cartera para encabezar las listas del PP del País Vasco, del que fue nombrado presidente, y optar a la Lehendakaritza.
Durante esta etapa, siempre en la oposición, Mayor Oreja fue muy crítico con los proyectos nacionalistas de Juan José Ibarretxe.
El siguiente gran paso lo dio en las elecciones europeas, en 2004, que perdió por dos puntos ante el candidato socialista, Josep Borrell.
Mayor entonces centró sus esfuerzos en la política europea desde Bruselas, pero ello no fue óbice para que participara activamente en los grandes asuntos nacionales, ya que fue de los dirigentes populares más críticos con la política antiterrorista del Gobierno durante la pasada legislatura.
A lo largo de estos años en Bruselas no ha dejado de trabajar, incluso se ha volcado en el diseño de las líneas maestras del Partido Popular europeo, en cuyo programa de los próximo años se ha implicado mucho.
Rajoy ha premiado esta dedicación, de hecho Mayor conoce bien el funcionamiento de las instituciones europeas, pero la elección obedece a otras consideraciones.
Los comicios al Parlamento europeo de junio de este año aparecen a los ojos de los militantes del Partido Popular, y desde luego a los de sus dirigentes, como un necesario desquite, ya que hay hambre de victoria ahora que la crisis económica puede desgastar al Gobierno.
Pero también es indudable que esas elecciones serán el test decisivo que habrá de superar el cambio de rumbo político que ha impuesto el líder del PP, Mariano Rajoy
Porque si Mayor falla, fallará en gran parte el nuevo proyecto político del presidente del partido, basado en la moderación y el "centrismo"; pero si el ex ministro de Interior gana, habrá ganado Rajoy, y por supuesto su discurso de renovación.
Además, la elección del candidato resultaba clave para el líder del PP por las reacciones que pudiera suscitar en el bando más crítico, pero Rajoy, con la propuesta de que el cabeza de lista sea el dirigente vasco, identificado con el "aznarismo", silencia las voces de los que estarían dispuestos a censurar ese giro a la moderación y al "centrismo".
Aparte de las posibles reacciones del sector crítico, ha pesado también el ascenso político y electoral que muchas encuestas atribuyen a UPyD.
El partido de Rosa Díez podría robar al PP muchos votos en las europeas, sobre todo de los militantes más desencantados con el rumbo actual del partido, y para contener la fuga, Mayor parecía ser el mejor colocado, precisamente por estar identificado con la antigua maquinaria popular.
Mayor, por tanto, se enfrentará en junio a sus segundas elecciones europeas y a una nueva oportunidad de mostrar que con 57 años el porvenir en política también existe.
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