Parados de larga duración

Precariedad pública

La Razón
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No todo el empleo temporal es precario, pero una tasa de temporalidad del 25,4% en el sector público sí puede considerarse así, o al menos abusiva. Los datos publicados por la EPA reflejan que por primera vez en la historia la temporalidad pública supera a la privada. En el colectivo femenino es mucho más patente: 3 de cada 10 empleadas tiene un contrato temporal. Mientras tanto, las ETT están vetadas en la Administración Pública porque «supuestamente» generan temporalidad. El matiz es que la gestionan, no la generan. De ahí que en los sectores donde más empleo temporal gestionan, más baja es la tasa de temporalidad. Tanto el desempleo como la destrucción de empleo aminoran su ritmo de crecimiento. Parte de esta menor dinámica se debe al efecto desánimo generalizado de nuestro mercado laboral: la población activa decrece por primera vez en 9 años. También contribuye el efecto de las obras del Fondo de Inversión Local que han provocado que sea la construcción el único sector que reduce el paro, junto con el colectivo sin empleo anterior. La mitad del empleo destruido en el trimestre ha sido de jóvenes menores de 25 años y su tasa de paro supera el 38%; el empleo indefinido cae por primera vez en 14 años. Además, el desempleo de larga duración es el más elevado desde el 2000 y en el caso de los jóvenes se incrementa en un 162,8% interanual; es más que patente el inmenso déficit en la intermediación laboral de los servicios públicos de empleo. Demasiados problemas como para solucionarlos sólo con un aumento temporal del subsidio por desempleo, que también es necesario.