Guadalajara

El bonito pueblo de Castilla-La Mancha donde no existe el calor: un refugio entre montañas que baja a 10ºC en verano

Ubicado a 1.060 metros de altitud, el municipio forma parte del conocido 'Triángulo del Frío' y las máximas rara vez superan los 30 °C en la época estival

Molina de Aragón (Guadalajara).
Molina de Aragón (Guadalajara).Google

Castilla-La Mancha es conocida por sus veranos calurosos y clima seco. Sin embargo, esta descripción no encaja del todo con lo que viven los habitantes de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara. Y es que esta localidad ostenta el título de ser la más fría de España, lo que le ha valido un apodo tan evocador como descriptivo: la Siberia española.

Ubicada a 1.060 metros de altitud, Molina de Aragón forma parte del conocido 'Triángulo del frío', junto a Teruel y Calamocha. Una denominación bien ganada si se consideran las históricas temperaturas que esta zona ha experimentado a lo largo del tiempo.

Esta localidad ha llegado a registrar temperaturas mínimas extremas, alcanzando los -28 °C en invierno. Aunque en verano no se dan cifras tan extremas, lo cierto es que las máximas rara vez superan los 30 °C, y las noches suelen ser especialmente frescas. Tanto es así que la temperatura media a lo largo del año no supera los 10ºC, lo que lo convierte en un oasis de frescor en plena temporada estival.

Rodeada de montañas y atravesada por ríos, Molina de Aragón se presenta como un destino ideal para quienes buscan tranquilidad, aire puro y actividades al aire libre, alejados del intenso calor que predomina en buena parte del país durante el verano.

Qué visitar

El principal emblema de Molina de Aragón es su castillo, que se alza imponente sobre el paisaje y brinda espectaculares vistas panorámicas. Construido en el siglo XII y notablemente bien conservado, este recinto fortificado constituye el núcleo histórico de la localidad

Una visita muy recomendable en Molina de Aragón es el Monasterio de San Francisco, fundado a finales del siglo XIII. Actualmente, gran parte del edificio acoge una residencia para personas mayores gestionada por las Hermanas de la Caridad, mientras que otra pequeña sección alberga el Museo Comarcal de Molina de Aragón.

Pasear por sus calles es adentrarse en la historia, y no puede faltar una parada en el barrio judío, de notable encanto medieval, así como en el barrio de la morería, ubicado al otro lado del río. Uniendo ambos márgenes se alza el Puente Románico, uno de los símbolos más representativos de la localidad, construido en arenisca roja y compuesto por tres arcos.

La riqueza religiosa y artística de Molina también se refleja en sus templos cristianos, que abarcan varios estilos arquitectónicos. Desde la sobria belleza románica del convento de Santa Clara, situado en la plaza homónima, hasta la iglesia de Santa María la Mayor de San Gil, completamente reconstruida en el siglo XX.

También destaca la iglesia de San Pedro, con su elegante espadaña mudéjar como ejemplo del Renacimiento, y el Convento de San Francisco, que muestra las líneas propias del neoclasicismo.

Cómo llegar

Para llegar a esta localidad desde Guadalajara, debes tomar la salida de Guadalajara por la A-2/E-90 en dirección Zaragoza. Ya en la autovía, debes coger la salida 135 para conectar con la N-211 hacia Molina de Aragón y atravesar pueblos como Maranchón, Mazarete y Anquela del Ducado hasta llegar al destino. La duración del viaje es de alrededor de 1 hora y 25 minutos.

Si quieres ir desde Madrid, hay que coger la A‑2 hacia Zaragoza y seguir luego por la N‑211 pasando por Guadalajara, Maranchón y Anquela del Ducado hasta llegar a esta localidad guadalajareña. Si optas por hacer esta ruta en coche, el recorrido durará alrededor de 2 horas y 10 minutos.