Ciudad Real
Realidad virtual de altos vuelos
Un sistema de simulación distribuida permite a los futuros pilotos del Ejército sobrevolar Afganistán o realizar maniobras conjuntamente con países aliados sin salir de España.
Una imagen vale más que mil palabras y, en ciertas ocasiones, más vale una «práctica virtual» que cien clases teóricas. Al menos ése es el caso de los estudiantes del Centro de Simulación para las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Cesifamet), quienes, «hincando codos» en la teoría, tienen el privilegio, a su vez, de sobrevolar la base aérea de España en Afganistán sin riesgo y sin salir de la península Ibérica. El secreto está en la simulación distribuida, un sistema de realidad virtual desarrollado por Indra que permite a los pilotos entrenar «in situ», como si de una misión real se tratara, junto a compañeros de otras bases. «En el Cesifamet de Colmenar Viejo disponemos de cuatro simuladores de los helicópteros Chinook y del Cougar y, a partir de noviembre, contaremos en Almagro (Ciudad Real) con dispositivos de simulación del helicóptero de ataque Tigre», explica Fernando Fernández Aguirre, teniente coronel jefe del Cesifamet. Será entonces cuando los pilotos de ambas bases entrenen conjuntamente, a pesar de estar a 200 kilómetros de distancia. «La ventaja de un entrenamiento con varios grupos es la realidad que se le imprime al ejercicio de táctica, ya que, además de tus movimientos, hay que coordinarse con el resto de compañeros. Y a esto se suma el factor impredecible que tiene una tripulación real, frente a la generada por ordenador, lo que exige mucha más concentración y control de la situación», detalla Aguirre.
Más seguridadAsí, cuando un piloto novel se enfrenta por primera vez al reto de subirse a un avión, se siente mucho más seguro, pues tiene bajo control los procedimientos a seguir ante una situación de emergencia en escenarios tan variados como España, Portugal, el norte de Marruecos o Afganistán. «Gracias a estos sistemas de simulación nuestros niveles de instrucción han crecido exponencialmente, situándonos entre uno de los tres centros de Europa punteros en este campo», afirma el teniente coronel, quien recuerda que «la base de datos gráfica de Afganistán permite a los militares que se desplazan a la zona conocer el terreno a la perfección antes de adentrarse en el país asiático».Toda esta práctica tiene detrás un complejo dispositivo tecnológico que ha permitido generar un escenario virtual muy próximo a la realidad. «Además de una traducción gráfica de los terrenos, la clave está en el protocolo de comunicación denominado Arquitectura de Alto Nivel (HLA), que es el encargado de que todos los simuladores "conversen"entre sí», aclara Francisco José Alonso, responsable de Operaciones de Simulación y Sistemas Logísticos de Indra.Y las posibilidades no acaban ahí, ya que también es viable realizar prácticas conjuntas a nivel internacional. «En el futuro, el paso siguiente es que se formen confederaciones entre los países aliados, de modo que los simuladores puedan conectarse entre sí, practicando maniobras conjuntas a miles de kilómetros», puntualiza Alonso.
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