Ricky contra el Joventut

Las diferencias entre Ricky Rubio y el DKV Joventut, lejos de resolverse, podrían dirimirse en los tribunales. El base ha presentado una demanda contra su club para forzar un acuerdo en relación a su cláusula de rescisión, que es de 4,7 millones de euros si se hace efectiva en junio, y de 5,7 millones si se efectúa a partir de julio. Dicha cantidad es la que el jugador debería desembolsar si quiere dar el salto este año a la NBA, para lo cual se ha presentado al «draft», donde es uno de los favoritos. Además, la medida podría retrasar el pago de dicha cláusula.

Tanto Ricky como su entorno consideran que la cláusula de rescisión es excesiva y desproporcionada en comparación con el salario que percibe en el DKV Joventut, que fue de 70.000 euros la temporada pasada, cifra que el club ha mejorado hasta los 140.000 para la próxima por la cotización real del jugador.

El club catalán le ofreció el año pasado a Ricky reducir su cláusula de seis a tres millones de dólares a cambio de doblarla si se marchaba a otro club europeo, pero el jugador la rechazó hasta tener la certeza de que las puertas de la NBA estuvieran abiertas para él. Llegado ese momento, Ricky quiso aceptar la oferta, pero el Joventut ya no estaba por la labor.

El representante de Ricky, Germán González, declaró ayer que cuando el base firmó el contrato «tenía 15 años y se hizo como una cláusula de protección, no para cortarle ahora las posibilidades de futuro», y añadió: «Pienso que para él es mejor quedarse un año más en Europa, en el club que sea, pero el Joventut quiere que siga otro año y luego ya se hablarán las condiciones de salida, y eso no se puede aceptar».

Mientras tanto, el club verdinegro asegura no tener aún conocimiento de la demanda presentada por su joven estrella. Si no hay acuerdo, será el Tribunal Laboral de Conciliación, Mediación y Arbitraje de Cataluña el que tenga la última palabra sobre la guerra Ricky-DKV Joventut.