Marbella
Spaguetti connection: la mafia se asienta en España
Los capos italianos se están instalando de forma progresiva en la costa mediterránea española. Así lo denuncia la Fiscalía de Nápoles por medio de su experto antimafia, Luigi Cannavale. En efecto, hace mucho que la Policía ha detectado la presencia de jefes mafiosos en nuestro territorio. La novedad está en el súbito aumento de exiliados, que pertenecen a las tres formaciones más importantes: la Camorra, la Cosa Nostra y la N'Drangheta. Ocurre algo similar al cine del Oeste: con alguna excepción, el mejor se rodaba en Almería: el «spaghetti western» de Sergio Leone. En el tráfico de drogas, la tripleta fantástica habla italiano, en este caso por un puñado de dólares. La «Spaghetti Connection» no se encuentra en las tierras polvorientas del interior, sino en la costa. La justicia italiana calcula que en España se esconde la mitad de los más de 200 jefes y soldados más buscados.Seis capos entre rejasEn sólo un año han sido capturados varios miembros relevantes, incluidos seis capos. Entre ellos destaca Raffaele Amato, de 44 años, llamado «El Español», detenido en Marbella. Le seguían la pista por ser el capo de un poderoso clan desgajado de uno de los grandes distribuidores de Nápoles. A eso se dedican los mafiosos italianos: se instalan en grandes villas y controlan el flujo de droga de Sudamérica. La captura de Amato funcionó como el dominó: en Italia fueron desarticulados numerosos grupos con un total de más de 200 narcos. Hace cuatro años, el capo ya fue capturado, pero entonces no se tenían los cargos que ahora se le imputan, como la inducción de varios homicidios. Por eso, apenas permaneció entre rejas un año, al cabo del cual se le puso en libertad por razones burocráticas: había agotado la detención preventiva. Debía de sentirse bastante seguro en España, porque no hizo las maletas hacia Italia, sino que retomó su actividad.La Policía sospecha que los mafiosos italianos han hecho causa común y mandan «embajadores» a España que se preocupan de los intereses de todos. Eso permitiría mayores compras de mercancía, a mejores precios y con mayor agilidad en el transporte. Los miembros de la «Spaghetti Connection» llevan siempre trajes elegantes y fajos en el bolsillos. Dan propinas con billetes de 500 euros y, si se trata de cerrar bocas, ponen encima de la mesa 20.000 ó 30.000 euros sin empacho. Los ambientes que frecuentan están presididos por un lujo ostentoso, como si saliera del plató de «El Padrino». Y pueden llevar la camisa de seda abierta y cadenones de oro de los que podría colgar el ancla del Titanic. Cada vez más territorioLos «narco-spaghetti» disputan a otras familias del crimen un territorio cada vez más amplio. Los mafiosos de la Europa del Este o los nigerianos, entre otros, buscan la forma de disminuir el poder de los italianos. Hasta ahora la invasión ha sido tranquila, pero el negocio es ya demasiado importante. La perspectiva de las ganancias ha hecho que grupos que se odiaban por estrategia trabajen juntos desde la península ibérica. Aunque ojo: la experiencia dice que no se conforman con una parte y que buscarán el dominio total.
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