Roma
Un cardenal de su tiempo y apegado a los más débiles
Un libro recopila las cartas de Amigo a la archidiócesis
A dos meses de que el cardenal arzobispo de Sevilla presente su renuncia ante el Papa, llega la hora del balance. Carlos Amigo Vallejo comenzó su largo pontificado en una época de crisis económica y, probablemente, pondrá fin a su ingente labor pastoral en un contexto similar. Repasar sus cartas a la archidiócesis hispalense –la editorial Promoción Popular Cristiana ha publicado un compendio de sus misivas más relevantes– supone un ejercicio de análisis de los acontecimientos más significativos ocurridos en la ciudad durante los últimos 25 años y un acercamiento a la mentalidad de un prelado de su tiempo.Visita del Papa (1982)Acababa de tomar las riendas de la archidiócesis meses antes de dos acontecimientos históricos que coincidieron en tiempo y espacio: la primera visita del Papa Juan Pablo II a Sevilla y la beatificación de Sor Ángela de la Cruz. Amigo Vallejo calificó entonces tales citas como «preciosa herencia del pontificado fecundo de nuestro querido y venerado predecesor, el señor cardenal don José María Bueno Monreal».La visita coincidió igualmente con el estreno de los organismos autonómicos, «con la esperanza de que nos abran pronto cauces aptos de crecimiento económico e industrial». Pero también reconoció que Andalucía, «una zona tradicionalmente agraria, no ha recibido la asistencia precisa para situarse con prosperidad en los mapas de la sociedad industrial moderna, y de ahí arrancan nuestros males endémicos, la emigración y el paro».«El paro aumenta» (1984)Con motivo de la campaña de invierno de Cáritas, y ante la alarmante subida de la tasa de desempleo, aseguró que al mismo tiempo «aumenta la frustración y la insensibilidad ante la triste existencia de miles de hermanos nuestros gustando la amargura del presente y con poca esperanza de futuro». «Las cifras del paro, por mucho que se analicen, nunca expresan adecuadamente la tragedia de quienes se esconden tras ellas».Amigo Vallejo habló alto y claro de las consecuencias del desempleo –«humillaciones constantes, carencias fundamentales, droga, crisis familiares, desamor a la vida y delincuencia»– e instó a llevar a cabo «gestos operativos y eficaces de austeridad de vida, de responsabilidad social en el compartir los bienes y de solidaridad».Marcelo Spínola (1987)Otro año marcado en rojo en el pontificado del franciscano. El Papa beatificaba en Roma a Marcelo Spínola, arzobispo de Sevilla popularmente conocido como el «abogado de los pobres». Amigo Vallejo publicó una extensa carta pastoral en la que destacó las virtudes intelectuales y pastorales del beato: «Estudiante universitario, hombre de leyes, sacerdote, obispo, fundador de una congregación religiosa y de un periódico, senador, escritor fecundo y pastor incansable en el cuidado de los fieles». Pero, ante todo, Spínola «fue un incansable servidor de los pobres, defensor del binomio ciencia-virtud en la formación del clero, la libertad de enseñanza y de expresión y de leyes justas para la familia».Exposición Universal (1992)Sevilla se preparaba para «vender» sus excelencias al mundo, pero Amigo Vallejo no se dejó llevar por el entusiasmo generalizado. «Lo que ahora es abundancia presagia mañanas de necesidad. Y el noventa y dos jubiloso parece, más que gozo y bienestar, anticipo temido para un noventa y tres de sacrificios y desbandadas».Al entonces arzobispo le preocupaba «ese evidente desnivel entre las inversiones que se realizan en muchos proyectos y lo que se emplea en atender a programas de ayuda social y de promoción humana».Nazarenas (2001)Tras un largo litigio con la hermandad del Baratillo –que defendió a capa y espada la decisión de su cabildo de no permitir la salida de las nazarenas–, Amigo Vallejo exhortó a que «se reconozca la plena igualdad de derechos de los hermanos y las hermanas de nuestras hermandades y cofradías». Así se especificó en las Normas Diocesanas publicadas en 1997 porque, tomando las palabras del Concilio Vaticano II, «no hay en Cristo y en la Iglesia ninguna desigualdad por razón de la raza o de la nacionalidad, de la condición social o del sexo». A partir de ese año, las juntas de gobierno fueron convocando cabildos en cascada para integrar a las nazarenas en sus cortejos.Santa Ángela (2004)«Porque en su vida resplandecieron las virtudes evangélicas, la Iglesia quiere poner a la beata Ángela de la Cruz como modelo de imitación para todos los fieles». Con motivo de su canonización, Amigo Vallejo destacó las bondades de una religiosa en la que «brillaron, de forma eminente, la fidelidad constante, la humildad en la grandeza del amor, la alegría en la pobreza y la caridad sin medida».Asamblea de Laicos (2007)Fue una de las iniciativas diocesanas más ambiciosas de los últimos años, por lo que Amigo Vallejo animó a los fieles laicos de la archidiócesis a colaborar activamente en la Asamblea y a «asumir su propia vocación como miembros plenos de la Iglesia, y participar en esa ineludible misión de vivir y anunciar lo que se ha visto hacer y decir a Jesucristo».
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