Vente «pal» catre
Hace pocos días, viendo un programa de televisión en los que ponen mensajes que envían los espectadores, me llamó la atención uno de los textos, que, si no recuerdo mal, venía a decir algo así como «churri, apaga ya el aparato y vente pal catre». Supongo que la escena sería más o menos como sigue: uno de los miembros de la pareja se había ido a la cama en el dormitorio, mientras el churri o la churri se quedaba un rato más en el salón viendo su programa favorito; cinco minutos después, el encamado se cansa y, en vez de dar un bocinazo reclamando la presencia de su pareja, va y pone un mensaje de móvil para que aparezca en pantalla y se dé por aludido o aludida. El gasto de la operación supera el euro. Estoy por asegurar que la misma pareja ha ido horas antes al supermercado y allí han vivido esta situación: el churri se queda en el lineal de los lácteos buscando una marca blanca de leche, sin aclararse; acto seguido agarra el teléfono y pone un sms o hace una llamada a su churri, que están en el mostrador de las carnes, para preguntar por el aspecto de la bolsa o de la botella. El gasto supera también el euro, cantidad que rebasa el ahorro que deseaban conseguir.Ya lo dijo el castizo: los tiempos cambian que es una barbaridad, o algo parecido. La vida moderna nos ha traído nuevas necesidades. Por ejemplo, con esto de la crisis económica se han multiplicado las ventas de marcas blancas en la alimentación por el ahorro teórico de dinero que suponen. En resumidas cuentas, miramos el céntimo de euro a la hora de dar de comer a nuestras familias, una necesidad vital, antes, ahora y siempre. Sin embargo, mucho me temo que no prestamos la misma atención a lo que nos gastamos, por ejemplo, en telecomunicaciones. Hasta hace unos años había un solo teléfono en la mayor parte de los domicilios; ahora, en cada unidad familiar está el fijo y unos cuantos móviles. Pero lo peor no es eso, sino que los usamos sin ton ni son.
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