Política

Donald Tusk

Donald Tusk, nuevo presidente del Partido Popular Europeo

El político polaco, actual presidente del Consejo Europeo, pide a su familia política que se desmarque del populismo

Donald Tusk durante su intervención en el congreso del Partido Popular Europeo en Zagreb
Donald Tusk durante su intervención en el congreso del Partido Popular Europeo en ZagrebDarko VojinovicAP

El actual presidente permanente del Consejo, Donald Tusk, ha sido proclamado este miércoles nuevo presidente de los populares europeos (PPE). En su intervención inicial, el político polaco realizó un duro alegato a favor de que su familia política no se deje contaminar por los cantos de sirena de los populismos.

“Mantengámonos juntos en el campo de batalla político más importante: a un lado, los partidos del populismo irresponsable y, al otro, nuestro partido de popularidad responsable", aseguró pocos días antes de ceder el testigo como presidente del Consejo al belga Chales Michel -si se cumple el calendario previsto, el 1 de diciembre.

“No podemos ceder las esferas de la seguridad y el orden a autócratas y populistas que llevan a la gente a creer que la libertad no puede conciliarse con la seguridad”, aseguró el ya flamante nuevo presidente de los populares europeos, poniendo el dedo en la llaga de un debate complejo y que origina numerosos quebraderos de cabeza a esta familia política.

Se encontrará, para empezar en su nuevo cargo, a Viktor Orban, el primer ministro húngaro, como un elefante en la cacharrería de los populares, un líder que se encuentra suspendido de su pertenencia al PPE, pero no expulsado, debido a su deriva autoritaria. A pesar de las críticas crecientes, hasta el momento la bancada popular ha preferido mantener entre sus filas al "enfant terrible", ya que consideran que su salida tan solo conseguiría hacer más fuerte a los populistas europeos, ansiosos de nuevos fichajes. Por si no había dudas de que el político húngaro era el destinatario de estas palabras, Tusk recordó que ciertos políticos “levantaron una valla y carteles con propaganda antiinmigración”.

Ante la encrucijada del Partido Popular Europeo para encontrar su discurso sobre esto último, Tusk, un referente europeo y también en su país, recordó que “no sacrificaremos valores como las libertades cívicas, el imperio de la ley y la decencia en la vida pública en el altar de la seguridad y de orden, porque no es necesario. Porque no se excluyen”.