Coronavirus

La pandemia dispara la ciberdelincuencia en Europa

Propuesta del PP ante la Comisión Europea para activar las alarmas entre las instituciones y la población comunitarias

Unidad de ciberdelincuencia de la Policía Nacional
Unidad de ciberdelincuencia de la Policía Nacionallarazon

El último informe de Europol, la Oficina de Policía Europea, sobre el desarrollo de la ciberdelincuencia a la sombra del coronavirus, publicado hace unos días, no deja lugar a dudas. El crimen organizado se ha encontrado con Estados, empresas y particulares centrados en combatir la pandemia y que han bajado la guardia frente a este tipo de delitos.

Los principales factores que han impulsado estos cambios en la actuación del crimen organizado y el terrorismo son la alta demanda de productos como equipos de protección o medicamentos; una reducción de la movilidad y del flujo de personas por territorio comunitario; o el aumento del teletrabajo y de la dependencia respecto a los sistemas informáticos. Estas son las actividades delictivas que cobran fuerza con el coronavirus.

El miedo, la urgente necesidad de productos contra el Covid-19 y el teletrabajo han dado alas a los delincuentes, aumentando el número de ciberataques y de casos de pornografía, alerta Europol. Los fraudes vienen en forma de venta de productos defectuosos o que ni siquiera existen, empezando por mascarillas y otros equipos de protección, están a la orden del día.

Esta realidad, contra la que lleva semanas advirtiendo el Parlamento Europeo, ha llevado al eurodiputado del PP Javier Zarzalejos a pedir también a la Comisión Europea que tome todas las medidas a su alcance para combatir el aumento de la delincuencia a través de internet.

En una carta enviada al vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, Zarzalejos se ha referido al citado informe de Europol, poniendo manifiesto un aumento de la ciberdelincuencia en el contexto actual, y en concreto “de delitos como la suplantación de identidad; la distribución de pornografía infantil; los abusos sexuales a menores a través de internet; el desarrollo de estrategias de desinformación por organizaciones criminales y países hostiles; y el tráfico ilegal de bienes de todo tipo en la “internet oscura”, incluidos artículos sanitarios como máscaras y tests de detección del virus”.

Asimismo, el eurodiputado popular ha pedido la comparecencia de la directora ejecutiva de Europol, Catherine de Bolle, una propuesta que ha sido aceptada y que se producirá en las próximas semanas en la Comisión de Libertades y Asuntos de Justicia e Interior del Parlamento Europeo.

“En estos momentos, la población está haciendo un uso masivo y más prolongado de lo habitual de sus dispositivos digitales, y en ocasiones accediendo a sus servidores profesionales mediante conexiones con seguridad limitada, por los que los ciberdelincuentes creen disponer de un número muy superior de víctimas potenciales de sus delitos”, ha explicado.

Escasas medidas de seguridad

“El mayor tiempo de utilización de los dispositivos digitales, las insuficientes medidas de seguridad y, en el caso de los niños y adolescentes, la potencial menor supervisión, están creando condiciones muy preocupantes en las que puede aumentar la delincuencia en la red y acceder a muchos más hogares que antes, siendo los menores el segmento de población más desprotegido ante posibles amenazas”, ha señalado también el eurodiputado popular.

El político insiste en otro de los apartados que recalca Europol: la crisis está siendo explotada por organizaciones criminales para incrementar la difusión de noticias falsas respecto al coronavirus, “lo que puede tener consecuencias muy negativas para la salud pública o el buen funcionamiento de servicios esenciales, y también para instituciones o empresas a las que los delincuentes pueden intentar acceder a través de la red”.

Por todo ello, Zarzalejos considera necesario desarrollar una campaña de información a escala europea, que esté directamente orientada a que los usuarios y a las familias conozcan esta amenaza y estén más preparados para resistir posibles ataques de ciberdelincuentes.