Alexei Navalni

Rusia se escuda en que las pruebas están en Alemania para no investigar el caso Navalni

El Kremlin asegura que “tenemos unas posibilidades muy limitadas para realizar una investigación porque se descubrió que algunos objetos fueron eliminados, retirados de Rusia”

Una de las botellas de agua que estaban en la habitación del hotel de Navalni y que su equipo se llevó para analizar
Una de las botellas de agua que estaban en la habitación del hotel de Navalni y que su equipo se llevó para analizarSOCIAL MEDIAvia REUTERS

El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dimitri Peskov, ha asegurado este viernes que las autoridades rusas tienen “unas posibilidades muy limitadas” para investigar el supuesto envenenamiento sufrido por el dirigente opositor ruso Alexei Navalni porque las posibles pruebas fueron trasladas “a Alemania”.

“Desgraciadamente, tenemos unas posibilidades muy limitadas para realizar una investigación porque se descubrió que algunos objetos fueron eliminados, retirados de Rusia, y que no es posible familiarizarse con los resultados de los análisis, lo que complica conseguir respuestas”, ha afirmado Peskov, en declaraciones a la prensa, según informa la agencia de noticias Sputnik.

El entorno de Navalni comunicó el jueves que, tras el supuesto envenenamiento del dirigente opositor, varios miembros de su equipo acudieron a la habitación del hotel en el que se había alojado en Tomsk, en Siberia, y se llevaron de la habitación varias botellas de agua, que luego fueron analizadas por un laboratorio de Alemania, que encontró restos de agente nervioso Novichok en una de ellas.

“Todo lo que pudiera servir de prueba de envenenamiento se llevó a Alemania o algún otro sitio”, ha afirmado el portavoz de la Presidencia de Rusia. Peskov ha argumentado, además, que si la botella hubiera tenido los restos de un agente neuroparalizante, “es poco probable que alguien hubiera podido llevársela” porque “no hubiera tenido tiempo”.

“Lo único que realmente puede arrojar luz sobre lo ocurrido es el intercambio de la información, el material biológico, las pruebas y el trabajo conjunto de los médicos, si es necesario”, ha subrayado el portavoz del mandatario ruso, Vladimir Putin.

El 20 de agosto, el dirigente opositor ruso Alexei Navalni se desmayó víctima de unos fuertes dolores cuando estaba a bordo de un avión que volaba desde Siberia a Moscú, lo que llevó al piloto de la aeronave a realizar un aterrizaje de emergencia. Tras estar dos días ingresado en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, fue trasladado en un avión medicalizado hasta Berlín, donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Charité. Las autoridades de Alemania aseguraron posteriormente que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio militar germano concluyeron que Navalni fue envenenado con un agente nervioso de la familia Novichok, el mismo tipo utilizado en el envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal. Laboratorios de Francia y de Suecia han llegado a la misma conclusión tras realizar sus propios análisis. El Gobierno de Moscú ha negado cualquier vinculación con lo sucedido a Navalni y ha puesto en duda la versión ofrecida por el Ejecutivo de Berlín, además de reclamarle que comparta información y permita que investigadores rusos puedan estar en los interrogatorios al opositor.