UE

El legado europeo que nos deja Giscard d’Estaing

El fallecido presidente francés propuso la celebración de las elecciones a la Eurocámara por sufragio universal y concibió junto al canciller Helmut Schmidt el Sistema Monetario Europeo, embrión del euro

El presidente francés Veléry Giscard d'Estaing conversa con el canciller alemán, su gran amigo Helmut Schmidt, en junio de 1979
El presidente francés Veléry Giscard d'Estaing conversa con el canciller alemán, su gran amigo Helmut Schmidt, en junio de 1979larazonAP

El hecho de nacer en 1926 en la ciudad alemana de Coblenza, donde su padre estaba destinado en el contingente del Ejército francés que ocupaba Renania en cumplimiento del humillante Tratado de Versalles, explicaba muy bien el europeísmo del fallecido Valéry Giscard d’Esating. Como parte de esa generación que vivió, e incluso en su caso luchó durante la II Guerra Mundial, era esencial poner en marcha el proceso de integración europea para evitar nuevos baños de sangre.

Si bien su paso por el Elíseo no es recordado con demasiada estima por sus compatriotas, sus logros en la construcción de europea le garantizan un puesto de honor en el olimpo de padres de la UE. El euro, las periódicas cumbres de los líderes europeos o la elección de la Eurocámara por sufragio universal son algunas iniciativas que llevan el sello de Giscard d’Estaing.

1. Sistema Monetario Europeo (SME)

Nació el 13 de marzo de 1979 para garantizar la estabilidad monetaria entre las divisas europeas (a excepción de la libra esterlina). Todas las monedas pivotaban en un margen del 2,5% (6% en el caso de España, Italia e Irlanda) alrededor del ecu (unidad de cuenta europea), que fue sustituido por el euro en 1999. Este embrión de la Unión Económica y Monetaria (UEM) fue concebido por Giscard y el canciller alemán, su gran amigo Helmut Schmidt.

2. Elecciones europeas por sufragio universal

Giscard d’Estaing fue el gran promotor de que el Parlamento Europeo fuera elegido con su voto por los ciudadanos para democratizar así el proyecto de construcción europea. En 1979 se eligió el primer hemiciclo por sufragio universal, que fue presidido por Simone Veil, la que fuera ministra de Sanidad del presidente francés.

3. Consejo Europeo

Giscard d’Esteing también fue el promotor de reunir a los jefes de Estado y de Gobierno de los socios de la UE al menos dos veces al año para pactar la dirección política de la Unión. Ahora los Consejos Europeos son más numerosos y llegan a celebrarse al menos uno por trimestre. Eso sí, ya no se celebran en el país que preside por turno el Consejo, sino en Bruselas por motivos organizativos y presupuestarios.

4. Artículo 50 del TUE

Como presidente de la Convención Europea que redactó el proyecto de la malogrado Constitución europea entre 2002 y 2003, Giscard redactó el que luego sería el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Según el mismo, un Estado miembro puede recurrir a él para anunciar a la Comisión Europea su deseo de abandonar el “club” comunitario. Ése fue el mecanismo que utilizó David Cameron para convocar el referéndum de 2016 y Theresa May para negociar durante dos años el divorcio entre Londres y Bruselas. El dirigente francés concibió el artículo como una respuesta a los que hablan de déficit democrático en el proyecto europeo. Ya no podían decir que no se podía abandonar la UE una vez se estaba dentro.