Análisis

“El apoyo a Israel está profundamente arraigado en las altas esferas de EE UU”

Helga Tawil-Souri, profesora experta en el conflicto israelí-palestino en la Universidad de Nueva York, analiza para LA RAZÓN la escalada en Oriente medio

Niños palestinos observan el interior de un coche alcanzado por una bomba israelí en Gaza
Niños palestinos observan el interior de un coche alcanzado por una bomba israelí en GazaHatem MoussaAP

La ofensiva de Israel en Gaza acumula ya más de 200 muertos después de diez días de bombardeos y Netanyahu insiste en que la operación militar continuará así “durante el tiempo que sea necesario”. ¿El ‘premier’ está haciendo caso omiso al alto el fuego solicitado por la comunidad internacional?

La presión externa sobre Netanyahu y el propio Gobierno israelí es buena en líneas generales. Hay que ver por ejemplo el nivel de presión que ejerce la comunidad internacional sobre Israel para que detenga la construcción de viviendas en diversos asentamientos ilegales, sin que se reconozca la anexión de Jerusalén y partes de Cisjordania, así como varias demandas históricas duraderas que van desde el regreso de los refugiados palestinos hasta la aceptación de las fronteras, y cómo ninguna de ellas ha impedido que Israel haga lo que hace actualmente. Entonces sí, se podría decir que Netanyahu está ignorando realmente las peticiones de alto el fuego.

Biden también ha solicitado el cese de hostilidades después de aprobar una venta de armas a Israel por más de 600 millones de euros. ¿Puede el presidente de EE UU tratar de ayudar a calmar la escalada bélica?

En realidad, el presidente de EE UU podría aumentar la presión de varias maneras: paralizar esa venta de armas, detener la ayuda financiera, no vetar las resoluciones de la ONU, etc. Pero lo cierto es que ningún mandatario estadounidense ha hecho eso antes (con la excepción de Bush padre, quien se opuso levemente a las políticas israelíes durante un breve período). Sin embargo, Biden cuenta con una larga trayectoria de ser “pro-Israel” y no puedo imaginar que cambie mucho de opinión ahora. El apoyo a Israel está tan profundamente arraigado en las altas esferas del Gobierno de Estados Unidos, tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano, a pesar de que una nueva generación de líderes gubernamentales en EE UU está adoptando una postura contraria a las políticas israelíes, lo cierto es que todavía son una minoría.

¿Qué objetivos militares pretende atacar Israel?

A pesar de que Hamas no se trate de una organización militar como tal ni sea un ejército oficial, hay que tener en cuenta que está bien armado y posee una capacidad ofensiva importante. Cualquier supuesto “objetivo militar” de Israel es incierto y estará relacionado más con las necesidades civiles. Esto no es para justificar los bombardeos israelíes, sino para subrayar que la presencia de Hamas no se encuentra en áreas militares en concreto. Además, aunque Israel afirmase que está bombardeando la infraestructura del grupo islamista (por ejemplo, el caso de los túneles), la mayor parte de sus ataques tienen un significado contrario. Y es que sus bombardeos deben entenderse que van dirigidos no con fines militares, sino con objetivos generales. El ataque a barrios de clase media y alta como ha estado ocurriendo esta vez -junto a librerías, cafeterías, edificios residenciales, oficinas de prensa, calles, mezquitas y similares- son simplemente medios para destruir vidas e infraestructuras palestinas. Y la técnica del “golpe en el techo” de Israel para avisar a palestinos de un inminente bombardeo no es para salvar a los palestinos, sino para que el Gobierno israelí pueda argumentar que su Ejército no es el responsable “legal” de las muertes.