México
Las mentiras y medias verdades de López Obrador sobre la conquista española
El presidente de México critica “al déspota español” y exalta a los aztecas distorsionando la historia en el 200 aniversario de la independencia
Ellos no son católicos. Su dios es el dinero. ¿Creéis acaso que no puede ser verdadero católico el que no esté sujeto al déspota español? Si Hidalgo no hubiese sido auténtico, no lo hubieran sacrificado con tanta saña como hicieron con Jesucristo”. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha celebrado este jueves los 200 años de independencia de la Corona española citando al cura Miguel Hidalgo, uno de los héroes de nación mexicana que realizó el Grito de Independencia en 1810 que dio comienzo a la Guerra de Independencia que concluyó en 1821.
Cientos de personas han presenciado este jueves el desfile militar de más de más de 15.000 efectivos del ejército mexicano, 99 aeronaves y 598 tanques u otros vehículos en el centro de Ciudad de México. Obrador ha presenciado, junto al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, la exhibición de una caída libre desde 2.700 kilómetros de altura a una velocidad aproximada de 200 kilómetros por hora durante 40 segundos: “Los dirigentes populares enfrentaron la oligarquía dominante y proclamaron el fin de la esclavitud. El pensamiento de Hidalgo era subversivo. Los conquistadores fueron crueles y bastardos. Acumulando pretextos santos, pasaron a usurparles su costumbres y propiedad. Vilmente, de hombres libres les convirtieron en la degradante condición de esclavos. Nada le distanciaba de ser un revolucionario y no se andaba por las ramas”.
El historiador mexicano, Juan Miguel Zunzunegui, explica a LA RAZÓN la falsedad de este relato histórico: “El señorío de los mexicas que fue conquistado en el siglo XVI y lo que se independiza en el siglo XIX son cosas totalmente diferentes. No hay una independencia de los mexicas ni de los aztecas. No hay un retorno a ese estado. Es imposible que fuese así porque la civilización azteca desapareció. No nos tiene que gustar. Pero desapareció. En México nunca te dicen que llegó Europa, una edad de hierro avanzada, en contraste con la cultura del neolítico. Pero esto ni siquiera se puede decir en México. AMLO tiene el trauma de la Conquista. Cuando exige perdón al rey Felipe VI o el Papa quiere ese perdón para él mismo. Él arrastra el trauma”.
México celebra este año tres importantes efemérides, una de ellas cuestionados por los arqueólogos: los 700 años de la fundación de la capital azteca Tenochtitlán, actual Ciudad de México. México también festeja este año el 500 aniversario de la Conquista y los 200 años de Independencia. La historiadora y presentadora del programa de radio Historia en Vivo, Bertha Hernández, señala a este diario que el presidente mexicano ha utilizado el tradicional Grito de la Independencia el miércoles a medianoche y la proyección sobre la maqueta de 16 metros de altura de la pirámide azteca Huey Teocalli para insistir en su particular visión de la historia: “No hay base para asegurar que este año se cumplen 700 desde la fundación de la capital azteca de Tenochtitlán que AMLO señala como un hecho cierto.
Los arqueólogos responsables de uno de los proyectos arqueológicos estrella, el Templo Mayor, le han insistido al gobierno que esta efeméride de los 700 años de la fundación de Tenochtitlán no la puede demostrar. Una comunidad amplia de historiadores especializados en el México prehispánico llevamos meses discutiendo con el gobierno federal”.
AMLO anticipaba en el Grito de Independencia su intención de convertir el desfile militar del jueves en un nuevo escenario para difundir su visión de la historia mexicana. AMLO resume el pasado mexicano como “500 años de resistencia contra la dominación española”. Antes de ondear la bandera mexicana, AMLO incluía en las odas típicas del presidente en la mayor fiesta nacional de México un “viva a la cultura de los pueblos originarios” frente a un Zócalo vacío por segundo año consecutivo. Los mexicanos disfrutaron desde las azoteas del centro de la capital y la televisión el colorido espectáculo pirotécnico en la plaza más grande de América Latina.
Choque con la mezcla cultural de México
Zunzunegui, autor de más de 20 libros y que comenta no demasiado preocupado que sus “publicaciones se difunden menos desde que Obrador es presidente”, sostiene que las falsedades históricas de AMLO “buscan crear un enemigo como España”. El objetivo es tapar sus responsabilidades ante las críticas a su proyecto autodefinido como “Cuarta Transformación” tras la Guerra de la Independencia (1810-1821), la Guerra de Reforma (1858-1861) y la Revolución Mexicana (1910-1917): “Hasta este año, nunca nadie en México había escuchado la frase: 500 años de resistencia indígena.
Este gobierno, lleno de gente con apellidos españoles y europeos, decidió que todos somos indígenas y que llevamos 500 años de resistencia. La realidad es que la capital de los aztecas Tenochtitlán es tomada por 10.000 guerreros indígenas junto a los españoles. Los aztecas hacían sacrificios de niños y se enfrentaban a otros pueblos indígenas. Fueron un pueblo de la zona del norte de lo que hoy conocemos como México que conquistó el centro del país. Habla de la herencia de ‘exterminio y muerte’. Qué barbaridad. ¿Por qué no menciona la herencia de templos, catedrales, acueductos, pueblos, retablos barrocos o palacios neoclásicos?”
“Y la herencia más importante: la lengua en la que el propio presidente da sus discursos de odio contra España. Mientras AMLO no diga todo esto en nahua, al final es un hispano confundido. Habla en español. Piensa en español. El himno nacional de México está compuesto por el catalán Jaime Nunó”. El 12 de agosto de 1854, Jaime Nunó ganó el concurso que buscaba poner música al Himno Nacional de México. El himno se completa con la letra de Francisco González Bocanegra, mexicano de San Potosí hijo de un militar español expulsado de México en 1827. Bocanegra vivió parte de su infancia en Cádiz.
“Un español lleno de expresiones de lenguas indígenas”
La particular visión de la historia de AMLO choca con la mezcla cultura intrínseca a la sociedad mexicana. Hernández se muestra preocupada por el revisionismo histórico de AMLO: “Si nos atenemos al relato del presidente en México llevamos medio milenio de resistencia a una intromisión de un nuevo modo de vivir, de ver la vida, de costumbres… si esto fuera cierto ¿Por qué no hablamos en nahua en vez de hablar en español? ¿Por qué yo tengo un nombre de origen germánico pero traído por la cultura cristiana? En todos México tenemos apellidos como Olivares, Fernández, Pérez... que son apellidos de origen español.
Dando por buena la afirmación del presidente, si vivimos en resistencia ¿Por qué tenemos tantos elementos culturales y sociales interiorizados por completo en la forma de vivir mexicana? ¿Por qué sentimos el español como propio de México? Recientemente, las nuevas generaciones han puesto a sus hijos nombres que recuperan la sonoridad de los pueblos originarios como Citlali y Nicte Ha.
La herencia, la visión de dos maneras distintas de ver el mundo, es lo que vivimos en México. Hablamos un español lleno de expresiones que vienen de las lenguas indígenas de estas tierras. Mitote es una palabra nahua. Decimos chamaco por niño. Todas estas cosas forman parte de esta paulatina y complicada de una identidad que recupera ambos factores”. El mitote es una danza original de los indios de Coahuila. Ahora también se entiende como fiesta en una casa o alboroto.
La académica destaca que nunca antes la historia había generado tanta polémica en el día a día de la política mexicana: “Tiene que ver con esta idea que tiene el presidente de cambiar los 700 años de la Caída de Tenochtitlán. Todos fuimos a la escuela y aprendimos que el 13 de agosto de 1821 Tenochtitlán, que era una poderosa ciudad-estado, cayó en esta alianza de un contingente español con un conjunto de pueblos originarios. Ahora el presidente pretende cambiar el discurso y decir: no son 500 años de la Caída de Tenochtitlan, si no 500 años de resistencia indígena”. El presidente mexicano aseguró el martes que “las relaciones con España no son buenas” tras proponer al gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz como nuevo Embajador de México en España. El anuncio se produce tras las controversias el mes pasado en la Embajada mexicana en España cuando el Ministerio de Exteriores mexicano cesó al ensayista Jorge F. Hernández como agregado cultural de la sede diplomática en Madrid por declaraciones “ofensivas y misóginas” contra la embajadora mexicana, María Carmen Oñate.
El taco de carnitas, fusión de dos mundos
El taco de carnitas es un plato típico y muy repetido en el día a día de los mexicanos. La historiadora destaca que este manjar representa la fusión de dos mundos en la que se basa la cultura mexicana: “El taco de carnitas es un bocado que es perfectamente mestizo. El cerdo que vino en los barcos. Hasta el famoso Bernal Ángel Castillo cuenta que, una vez caída Tenochtitlán, se hace un banquete en Coyoacán. Y se hace con lo que hay: la tortilla de maíz nahua. El taco de carnitas es una perfecta síntesis de esta manera de amalgamar costumbres, sabores, aromas… y al mismo tiempo tenemos estos hábitos peculiares. Por ejemplo, comer insectos como saltamontes y ponerle chile a todo”.
Ambos historiadores coinciden en que Obrador tiene una especial fijación con su paso a la historia. Hernández señala que sus ruedas de prensa diarias son útiles para tratar de fijar su relato en la sociedad: “Todos los presidentes están preocupados por su forma de ser vistos por la historia. Sin embargo, la obsesión de AMLO por su paso a la historia es evidente, constante y sale a la luz en muchos momentos. En la gestión de la pandemia, el presidente ha recordado que México no se ha endeudado como otros países. No quiere pasar a la historia con la etiqueta de que endeudó al país”.
La divulgadora histórica remarca que Obrador siente que tiene un idilio con el pueblo que no quiere perder bajo ningún concepto: “Por primera vez el presidente exclamó ‘¡Viva la honestidad!’ porque a diario hay polémica con la corrupción. Día tras día le señalan que tal vez la corrupción no se ha acabado como él afirma. Parece que los funcionarios no son tan honestos como usted dice. Pero todos los días en la mañanera el presidente repite: ‘Se acabó la corrupción’”.
Zunzunegui critica el uso de AMLO de los actos institucionales para difundir su desenfocada visión de la historia: “Se supone que el 15 y 16 de septiembre se celebra la independencia. Sin embargo, fue un evento en torno a la conquista donde la independencia pasó a ser secundaria. En la cadena nacional pusieron estas imágenes de los aztecas asegurando que eran grandes y gloriosos. Le enfocaron cuando tradicionalmente se hace ver a la gente a los militares portando la bandera.”
Hernández coincide en que una de las obsesiones de AMLO es pasar a la historia como un presidente positivo para México: “Quiere ser recordado por su honestidad. Su revisión de la historia genera confrontación también en los mexicanos. Los historiadores hemos discutido durante meses con el gobierno sobre los hechos de la independencia”. Zunzunegui reitera que las exigencias de perdón de AMLO al rey Felipe VI no tienen sentido desde el punto de vista histórico: “Ha decidido que la mejor forma de celebrar la independencia es difundiendo su trauma de la Conquista”.
La gran fiesta nacional mexicana fue animada por la artista Lila Downs al interpretar la canción Latinoamérica del grupo Calle 13. Las casas y restaurantes se decoraron con banderas mexicanas para celebrar una de las fiestas que se viven con mayor intensidad por los mexicanos 200 años después de la independencia de la Corona española. Hernández lamenta el sinsentido histórico de la postura contra España de AMLO: “México es la herencia y la fusión de dos maneras de ver el mundo”.
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