Xenofobia

Machetes y porras para cazar a inmigrantes polacos que quieren entrar en Alemania

La policía detiene a 50 personas en Alemania que patrullaban en la frontera con Polonia para frenar la entrada de migrantes del país vecino

La policía alemana patrulla las calles de Guben, donde grupos de neonazis tratan de impedir la llegada de inmigrantes polacos
La policía alemana patrulla las calles de Guben, donde grupos de neonazis tratan de impedir la llegada de inmigrantes polacosMICHELE TANTUSSIREUTERS

Pulverizadores de pimienta, machetes, una bayoneta y varias porras. Este es el arsenal que usaron decenas de ultraderechistas en Alemania para dar caza a los inmigrantes polacos que sueñan con llegar a Alemania. La Policía germana detuvo este fin de semana a un grupo de unos 50 personas que patrullaban la frontera con Polonia para intentar impedir la entrada de polacos. La iniciativa parte de un grupo denominado Tercera Vía, un partido de ultraderecha presuntamente vinculado con grupos neonazis que ha pedido a sus simpatizantes detener la inmigración en los alrededores de la localidad de Guben.

Las armas fueron incautadas y los individuos, provenientes de distintos de Alemania, fueron invitados a marcharse de la zona entre la noche del sábado y las primeras horas de la mañana del domingo, ha explicado la Policía. Decenas de personas se concentraron el sábado en Guben para manifestarse en contra de las patrullas ultraderechistas. Además, la Policía ha enviado a 800 agentes adicionales a la frontera con Polonia.

“Cientos de agentes están allí de servicio día y noche. Si es necesario, estoy preparado para enviar aún más refuerzos”, ha señalado el ministro del Interior, Horst Seehofer, en declaraciones al periódico ‘Bild am Sonntag’. En lo que va de año se han producido 6.162 ingresos no autorizados desde Polonia, según Seehofer, que ha defendido mantener la frontera abierta aunque se podría estudiar el establecimiento de controles.

“Si la situación en la frontera germano-polaca no mejora, también tendremos que considerar si este paso fronterizo coordinarse con Polonia y el estado de Brandeburgo. Esta decisión llegará al próximo gobierno”, dijo. Los tres partidos alemanes que trabajan para formar un gobierno de coalición dicen que pretenden concluir las conversaciones para finales de noviembre y elegir al socialdemócrata Olaf Scholz como canciller en diciembre.

Muchos estados de la UE acusan a Minsk de enviar inmigrantes ilegales a través de la frontera hacia la UE para presionar al bloque, que impuso sanciones a Bielorrusia después de la disputada reelección del presidente Alexander Lukashenko en agosto de 2020. Lukashenko lo niega y ha culpado a Occidente de lo que dice que es una inminente catástrofe humanitaria este invierno después de que los migrantes se quedaran varados en la frontera bielorrusa-polaca.

En una entrevista que publica la edición dominical del “Bild”, Seehofer dijo respecto al muro que construye Polonia en la zona limítrofe con Bielorrusia que es “legítimo” proteger las fronteras exteriores de tal manera que se eviten “cruces fronterizos no identificados” en la frontera terrestre. “El que quiere ingresar tiene que cumplir los requisitos, y eso debe ser controlado”, dijo.

Dentro de Europa, a ser posible. no debería haber más controles fronterizos, agregó, “pero eso sólo es posible si funciona la vigilancia de las fronteras exteriores”. Precisó que la semana pasada se comunicó a Bruselas la prolongación por otros seis meses de los controles en la frontera germano-austriaca.

Por otra parte, dijo que desde Grecia se están registrando muchas entradas no autorizadas por vía aérea y agregó que si este país no impide de forma más efectiva la migración secundaria hacia Alemania, habrá que reaccionar “a nivel nacional”. Eso podría traducirse en controles en los aeropuertos y en el rechazo de aquellos que no tiene derecho a ingresar, precisó.

Indicó que la Oficina Federal para Migración y Refugiados (BAMF) debe tramitar actualmente alrededor de 34.800 solicitudes de asilo de personas con derecho reconocido a protección, mientras que desde Bielorrusia y Polonia se detectaron este año ya 6.162 ingresos irregulares. A ellos se suma la llegada de ciudadanos afganos que fueron evacuados a otros estados comunitarios tras la caída de Kabul a mano de los talibanes.