Opinión

México en 2022: un punto de quiebre

AMLO tiene el problema que ante su popularidad no hay cuadros políticos dentro de sus filas que ilusionen. La oposición tiene una gran oportunidad para recuperar el poder en tres años

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López ObradorHenry RomeroREUTERS

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha cumplido la mitad de su mandato. Lo ha hecho gozando de una popularidad cercana al 65%. Una cifra que tomando en cuenta que la violencia no disminuye, que la economía no crece y que los problemas sociales continúan siendo los mismos, responde a un vacío de liderazgo en la oposición y a un discurso que sigue siendo cercano a la pobreza y a la lucha en contra de la corrupción, aunque esto último resulta finalmente palabra hueca y promesa incumplida.

La segunda mitad de mandato estará volcada a ganar votos y sumar aliados. Es probable que la acción de Gobierno responda a una lógica, sobre todo, electoral. Por ejemplo, AMLO plantea un plebiscito para el 2022 que busque «ratificar su mandato». Lo hará con el propósito de seguir legitimando su «Cuarta Transformación» y con el objetivo de organizar a su movimiento de cara a las presidenciales de 2024. López Obrador tiene el problema que ante su popularidad no hay cuadros políticos dentro de su proyecto que ilusionen y que se posicionen como posible reemplazo. Resulta un problema ya que no resulta del todo claro que haya una transferencia de votos asegurada entre el presidente y un eventual «delfín», no es tan sencillo.

Ante el problema interno de MORENA (partido político del gobierno), la oposición tiene una gran oportunidad para recuperar el poder en tres años. Lo harán posible si se reorganizan alrededor de figuras que planteen una agenda alternativa a la oficial, no simplemente que desempeñen una lista de críticas sin soluciones concretas.

El año 2022 representa un punto de quiebre para México y en la composición de su mapa político de los próximos años.