Opinión

El progreso de España gracias al euro

España se ha comportado mejor que Alemania, Francia e Italia desde 1999 y el país es más competitivo

Banco Central Europeo (BCE) en Frankfurt (Alemania) / Ap
Banco Central Europeo (BCE) en Frankfurt (Alemania) / Aplarazon

Los primeros días de 2022 recuerdan a todos el vigésimo aniversario de la adopción del euro como moneda “tangible”. Comenzó siendo la moneda para once estados miembros y 335 millones de personas, y ahora presta servicios a 19 países y a más de 440 millones de personas. Durante estas dos décadas, el euro consolidó su presencia como la segunda moneda del mundo en cualquier dimensión posible, incluso superando al dólar estadounidense por el valor de mercado de los billetes y monedas en circulación.

El euro sobrevivió tanto a una dramática caída de valor en sus primeros años en circulación como a una espectacular crisis de deuda de 2010-2015, siendo la mejor prueba posible de la irreversibilidad de la integración europea. Los pasos de España para unirse a la eurozona y luchar con todos los desafíos ocasionados por el uso de la moneda única se han debatido activamente durante todos estos años.

Por supuesto, un profundo retroceso experimentado por la economía española tras la crisis de 2008 provocó fuertes críticas al euro, pero de todos modos los expertos insisten en que, en términos de crecimiento del PIB real, España se ha comportado mejor que Alemania, Francia e Italia desde 1999 y el país es más competitivo en estos años (las exportaciones pasaron del 26,4% del PIB en 1999 a alrededor del 34% en 2018).

Además, la adopción del euro flexibilizó la economía española y la abrió a las reformas del mercado (España fue el país que ha avanzado más rápidamente en el cumplimiento de los criterios de convergencia del euro a finales de la década de 1990 y le fue muy bien en medio de la crisis de 2010 ya que su producción económica ha estado por encima de su pico anterior a la crisis desde mediados de 2017, mientras que el PIB de Italia todavía está un 5% por debajo de su pico anterior.

Hoy, como hace veinte años, no faltan las predicciones que proclaman la desaparición de la moneda única europea, pero el euro demuestra que lo está haciendo bien, incluso algunas suposiciones teóricas sugieren que simplemente no puede existir. La moneda europea es emitida por un único Banco Central, pero el Ministerio de Finanzas de Europa no existe; los precios y la inflación en los países de la UE difieren, sin embargo, los tipos de interés tienden a converger; los países miembros no pueden devaluar la moneda, pero el mecanismo del Eurosistema, como se demostró durante la reciente pandemia, puede proporcionar fondos suficientes para reparar el daño causado por la crisis.

Quizás José Luis Rodríguez Zapatero, adoptando una metáfora del fútbol y proclamando en septiembre de 2007 que España “se ha incorporado a la Champions League” era demasiado optimista, pero parece que es mejor estar dentro de un equipo fuerte que desafiarlo fuera. Y no tengo ninguna duda de que el club europeo afrontará todos los retos de los próximos veinte años mejor que cualquier nación que haya decidido quedarse al margen.