Confiscadas

“Me escribió cartas hermosas, son cartas magníficas. Nos hemos enamorado”: las misivas de Kim que Trump escondió en Mar-a-Lago

Estados Unidos confisca al ex presidente la correspondencia con el dictador norcoreano y otros documentos de la Casa Blanca que el magnate se quedó “ilegalmente”

Donald Trump y Kim Jong-un / Reuters
Donald Trump y Kim Jong-un / Reuterslarazon

La ley lo deja claro: los presidentes de Estados Unidos están obligados a entregar a Archivos Nacionales y Administración de Documentos (NARA, por sus siglas en inglés) sus correos electrónicos, papeles oficiales y cartas que pasan a pertenecer al Estado al culminar su mandato. Así, la emblemática agencia independiente adscrita al Gobierno Federal los conserva para su posteridad.

Pero el ex presidente Donald Trump hizo caso omiso a esa norma que cuenta con casi un siglo de existencia, desde la fundación de los Archivos Nacionales en 1934. O tal vez no la conocía. Sin que haya trascendido la razón de su despiste, esta semana se conocía la noticia de que al magnate neoyorquino, afincado en Florida, le confiscaron de su residencia en Mar-a-Lago varias cajas con material que se llevó de la Casa Blanca sin que le pertenecieran.

Un camión de la mudanza en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, Florida
Un camión de la mudanza en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach, FloridaTerry RennaAgencia AP

Lo hizo, según contaron sus allegados al rotativo que publicó la exclusiva,TheWashington Post, sin mala intención. Entre las cartas confiscadas que estaban dentro de esas cajas destaca una que su predecesor Barack Obama le entregó al producirse el inesperado relevo presidencial tras su victoria en las elecciones de 2016. También otras con palabras escritas a puño y letra por Kim Jong Un.

“Me escribió cartas hermosas, son cartas magníficas. Nos hemos enamorado”, confesó Trumpacerca del líder norcoreano a sus seguidores en septiembre de 2018, tras convertirse en el primer presidente de Estados Unidos en el cargo en haber mantenido un encuentro oficial con un miembro de la dinastía Kim.

Las alrededor de 15 cajas con el contenido recuperado ahora por la agencia federal de la vivienda de la familia Trump también incluyen obsequios de diversos líderes mundiales entregados al ex presidente de EEUU durante algunas de sus visitas y viajes.

Archivos Nacionales decidió tomar cartas en el asunto y requisar el material el pasado mes de diciembre. Ante la reticencia de Trump y sus abogados, altos funcionarios de la agencia independiente se vieron obligados a presentarse personalmente en la actual residencia de Trump, situada al sureste de Florida, para recuperar las cajas extraídas por el multimillonario al finalizar su presidencia.

Esfuerzos que no fueron suficientes para conseguir traer de vuelta a Washington todo lo que el ex presidente de EEUU se llevó consigo como recuerdo de sus cuatro años al frente de la Administración y como inquilino de la Casa Blanca. No fue hasta un mes después cuando en enero, y tras semanas de disputas, los abogados del magnate accedieron a entregar las cajas a Archivos Nacionales.

Su manía de romper documentos

Otra de las normas que Trump se saltó fue mantener todos los documentos de trabajo intactos, ya que al parecer tenía la costumbre de romperlos. Por ello, “entre los documentos presidenciales recibidos por los Archivos Nacionales, se devolvieron trozos de “papel que había roto el ex presidente Trump”, tal y como dieron a conocer empleados públicos de la agencia de Gobierno, que también explicaron que “funcionarios de la gestión de registro de la Casa Blanca” habían sido los responsables de “pegar con cita adhesiva” algunas de las hojas rotas por el republicano, sin que le estuviera permitido hacerlo.

Según la Ley de Registros Presidenciales, que data de 1978, los presidentes de Estados Unidos están obligados a conservar toda documentación escrita. Donald Trump, al no hacerlo, no sólo se salta la regla de obligado cumplimiento sino que, además, podría haber puesto en riesgo la seguridad nacional del país en el caso de haber destruido con sus propias manos algún documento confidencial que contenga información esencial para el conocimiento y la consecuente toma de decisiones de futuras Administraciones.

Con sede en la capital estadounidense, NARA resguarda entre las paredes de sus históricos edificios reliquias tan importantes para el país como:

  • las copias originales de la Declaración de Independencia de EEUU, firmada el 4 de julio de 1776;
  • la Constitución, del 17 de septiembre de 1787;
  • la Carta de Derechos de Estados Unidos, que data del 15 de diciembre de 1791.

Aunque la mayoría de los documentos del Archivo Nacional consultados, de dominio público, son utilizados frecuentemente para investigar orígenes genealógicos procedentes de los censos que datan de 1790 a 1930, así como listados de pasajeros de barcos y navíos y documentación de procedencia y nacionalización.