Presidenciales
DeSantis arrasa en Florida y gana enteros para 2024
El gobernador republicano ancla este estado bisagra a la derecha y se convierte en el mayor rival de Trump
«La libertad está aquí para quedarse», dijo a voz en grito el reelegido gobernador de Florida ante una multitud eufórica que celebraba su victoria. Fue el gran protagonista de la noche electoral, en la decisiva cita con las urnas de las elecciones legislativas estadounidenses. Ganando a su rival Charlie Crist, ex gobernador de Florida (2007- 2011) y republicano reconvertido a demócrata en 2012, Ron DeSantis arrasó en las urnas con el 59% del total de los votos a la gobernación del estado.
La clarísima victoria de DeSantis también confirma un claro anclaje a la derecha de Florida, considerado durante mucho tiempo un «estado indeciso» o bisagra, es decir uno de los que oscilan entre demócratas y republicanos y son claves en las elecciones. El gobernador no se equivocó: «No solo ganamos las elecciones, redibujamos el mapa político», dijo, agradeciendo una victoria «histórica».
DeSantis se postula, así, tras superar con éxito el escalafón de las legislativas, como serio aspirante a competir con Donald Trump con grandes opciones de arrebatarle el liderazgo del Partido Republicano, tanto en la contienda interna partidista de las primarias del año que viene, como en la posterior cita electoral de las presidenciales de 2024.
«Para mí, la lucha apenas comienza», anunció DeSantis, de 44 años.
Las elecciones de mitad de mandato abren la vereda a los próximos comicios, así como a las diversas posibilidades de cada partido. Los demócratas no lo tendrán tan fácil a la hora de consolidar su liderazgo, con la avanzada edad del presidente Joe Biden a debate y la falta de carisma de su vicepresidenta, Kamala Harris, que ha pasado totalmente desapercibida durante el primer ciclo del mandato Biden-Harris. El mismo Trump, que ahora ejerce su derecho al voto en el estado de Florida, indicó el lunes que si DeSantis optaba por participar en la carrera por la nominación, sería «un error. No creo que a la base le guste. No creo que sea bueno para el partido». Y es que todo apunta a que ambos podrían verse las caras en la siguiente contienda electoral.
Ni Trump ni DeSantis se han postulado oficialmente todavía, aunque el magnate neoyorquino, afincado en Mar-a-Lago, podría estar a punto de anunciar su candidatura a la Casa Blanca, tan pronto como la próxima semana. Así lo dio a conocer desde Ohio la jornada anterior a la cita con las urnas, al adelantar que haría «un anuncio muy grande» desde su lujosa residencia el próximo martes 15 de noviembre.
«En 2024, vamos a recuperar nuestra magnífica Casa Blanca», recalcó Trump desde Ohio, otro de los estados clave en las citas electorales.
Fiel aliado de Trump durante su presidencia, DeSantis se ha ido desvinculando del magnate desde que se vio obligado a abandonar la Casa Blanca. «Ron DeSanctimonious», le ha llegado a calificar Trump en algunas de sus críticas, ya como antesala a una posible rivalidad entre ambos. El amor y el odio, a un paso. Lo cierto es que cada vez resuena con más fuerza el nombre del gobernador de Florida como mejor alternativa al trumpismo, que parece empezar a estar de capa caída.
La imagen que ofreció DeSantis sobre el escenario tras conocerse el resultado, celebrando la victoria junto a su mujer y sus tres hijos, fue en términos de comunicación política más propia de una postulación no oficial a la candidatura presidencial.
En un gesto inusual, DeSantis se dejó ver junto a Biden hace pocas semanas, dejando a un lado las diferencias políticas durante los devastadores efectos del huracán Ian a su paso por la costa oeste de Florida y poniendo por delante los intereses de los ciudadanos en los momentos más difíciles, agradeciendo incluso públicamente el apoyo mutuo entre mandatarios. Estampa absolutamente excepcional entre líderes demócratas y republicanos.
A pesar de las circunstancias, esa gestión de la crisis derivó en un repunte de popularidad para ambos, dejando entrever que los acercamientos entre adversarios pueden producir mejores resultados políticos que todo lo contrario. Las acusaciones y críticas entre rivales, desproporcionadas en muchas ocasiones, se ha convertido en la tónica habitual de la cúpula política estadounidense.
“Creo que la supervivencia del experimento estadounidense necesita una resurrección de los verdaderos principios” del país, enfatizó a modo de campaña tras conocerse los resultados de las elecciones del martes.
Con la arrolladora victoria de DeSantis, “Florida demuestra que se puede hacer”, añadió el gobernador reelecto.
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