Jerusalén
Sello Daesh en el ataque en Israel
Un palestino mata a cuatro soldados y deja once heridos en Jerusalén al embestir con su camión a un grupo de militares israelíes, luego fue abatido
Al menos cuatro personas murieron y 15 resultaron heridas en un atropello con un camión supuestamente intencionado contra un grupo de soldados en Jerusalén Este
Jerusalén fue ayer escenario de un atentado terrorista al estilo de los recientemente perpetrados en Niza y Berlín. Un camión embistió a un grupo de israelíes, alcanzó a dar marcha atrás y volvió a acelerar para provocar más víctimas, atrapando incluso a tres de los heridos debajo de la carrocería del vehículo. El cruento saldo del ataque fue de cuatro muertos (tres mujeres y un varón) y 17 heridos, algunos de gravedad y todos ellos soldados que se hallaban en una actividad educativa en el marco de su servicio militar obligatorio.
El atacante fue neutralizado por un guardia que presenció los hechos y comprendió que se trataba de un atentado y no de un accidente. Dos soldados también abrieron fuego, pero no lograron matar al terrorista. El conductor del camión divisó al grupo cuando los soldados acababan de bajar de un autobús en la conocida Taielet de Armon HaNatziv, un punto de atracción turística por la vista de la Ciudad Vieja que se capta desde ese privilegiado mirador.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegó al lugar de los hechos poco tiempo después acompañado del ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, y del alcalde de Jerusalén, Nir Barkat. «Acabamos de tener en Jerusalén un ataque terrorista mortal», declaró Netanyahu. «Es parte del mismo modelo inspirado por el Estado Islámico, tal cual lo vimos en Francia, luego en Alemania y ahora en Jerusalén». Según el jefe de Gobierno, «es parte de la misma batalla continua contra este flagelo global del nuevo terrorismo y lo único que podemos hacer es combatirlo juntos, debemos hacerlo y es lo que haremos». El inspector general de la Policía, Roni Alsheikh, se refirió al tipo de atentado, y recordó implícitamente el perpetrado en julio en Niza y en Berlín en la Navidad, con decenas de muertos. «Es ciertamente posible que el atacante haya actuado influenciado por lo que vio por televisión», comentó. «Pero es difícil introducirse en la cabeza de cada uno y determinar qué es lo que llevó a actuar de tal o cual forma, aunque sí está claro que este tipo de cosas tienen un efecto». El conductor del camión era Fadi Ahmad Hamdan al Qanbar, de 28 años, un árabe de Jabel Mukaber que según su hermana actuó solo. «No formaba parte de ninguna organización», explicó. Pero fuentes palestinas señalaron que se había estado radicalizando desde un punto de vista religioso y que se identificaba con el Daesh, el Estado Islámico (EI), aunque ello no necesariamente significa que fuera miembro del grupo terrorista. Lo que cuenta en estos casos es la identificación ideológica y el deseo de actuar inspirado por el mensaje de los yihadistas.
A decir verdad, si bien nunca se había usado hasta ahora un camión en embestidas en Israel, el método en sí ya había sido utilizado ampliamente en varias ocasiones en diferentes partes del país, especialmente en Jerusalén. En los últimos años, varios ataques tuvieron como principal herramienta un automóvil particular o un vehículo pesado de construcción conducido por quien decidía atropellar transeúntes. Pero los comentarios de Netanyahu pueden apuntar no solamente al hecho de que es la primera vez que embisten aquí con un camión, sino a la necesidad de concienciar al mundo de que en Israel se lidia con la misma amenaza que ha sentido Europa. El Estado Islámico, en sus propias publicaciones, ha dejado claro que Israel no es por ahora su objetivo central.
Desde Gaza, las autoridades de Hamas, que gobiernan la Franja, festejaron el atentado, refiriéndose al atacante como «león que se levantó contra Israel con su camión», según dijo Fawzi Barhum, portavoz del grupo. Por las calles de Gaza, sus miembros salieron a repartir caramelos y difundieron por Twitter el hashtag #camióndelaintifada. «Este ataque demuestra que cualquier intento de poner fin a la resistencia fracasará», dijeron las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamas.
Otro portavoz de Hamas, Abdul Latif Qanu, calificó el atentado de «acto heroico» y exhortó a emularlo, afirmando que «no ha terminado la resistencia, no terminará nunca». Pocas horas después del ataque se reunió en Jerusalén el Gabinete de Seguridad para evaluar la situación. Las primeras medidas adoptadas fueron demoler la casa del terrorista y rechazar la petición de reunificación de familias que algunos parientes habían presentado, para permitir la instalación en Jerusalén de familiares que residen en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Asimismo, al parecer no se devolverá a la familia el cuerpo del palestino que conducía el camión y que fue abatido por un guardia. También se habló de la posibilidad de aprobar «la detención administrativa» –es decir, sin juicio– de quienes expresen públicamente su identificación con el Estado Islámico, un punto problemático y que aún no está aclarado jurídicamente.
El Gobierno estadounidense condenó ayer de la manera «más contundente» el «brutal» asesinato de los cuatro soldados y criticó «la glorificación del terrorismo ahora y en cualquier momento».
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