Belfast
Adams defiende a la Policía tras ser puesto en libertad sin cargos
El líder republicano admite que «las cosas podrían haberse hecho de otra forma»
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, dio ayer un empuje muy necesario al proceso de paz en Irlanda del Norte al demostrar su apoyo a la Policía, aunque recalcó que su arresto enviaba «la señal equivocada». El líder republicano dio un esperado discurso al salir sin cargos de la comisaría de Antrim, donde llevaba desde el miércoles prestando declaración, en relación con el asesinato de Jean McConville. El crimen, cometido en 1972, marcó uno de los episodios más notorios de la época de los «Troubles». La viuda, madre de diez hijos, fue la única mujer a la que IRA hizo desaparecer su cuerpo de la faz de la tierra. El político, que jugó un papel primordial en el Acuerdo de Viernes Santo, defiende su inocencia.
El arresto ha sumido a la región en su peor crisis de los últimos veinte años sacando de nuevo a relucir los viejos fantasmas entre católicos y protestantes. Sin embargo, el mensaje que ofreció ayer el líder republicano dio un respiro al débil marco político de la región. Sus palabras de apoyo a la institución norirlandesa fueron claves en un discurso de tono crítico, pero conciliador.
Martin McGuinness, viceprimer ministro del Gobierno de coalición en Belfast y «número dos» del Sinn Fein, este fin de semana llegó a advertir que la formación reflexionaría su posición respecto a la institución si Adams era finalmente acusado, una amenaza que ponía en serias dificultades al Gobierno compartido con los unionistas. Sin embargo, el líder republicano vino a calmar los ánimos. Eso sí, criticó la «intencionalidad política» del momento elegido para su detención debido a las inminentes elecciones europeas y locales. «Me presenté voluntariamente a declarar para acabar con la avalancha de especulaciones en los medios de comunicación, parte de una campaña sostenida, maliciosa e incierta contra mí. Y me aplicaron una ley coercitiva», señaló. El político explicó que no esperaba recibir un trato especial, pero señaló que su arresto era «un favor» a quienes no quieren el proceso de paz.
La Policía norirlandesa debe emitir ahora un informe a la Fiscalía con los testimonios recogidos tras los largos interrogatorios para dejar en sus manos la decisión de imputarle por el asesinato. Si bien la decisión sobre si se debe proceder con el enjuiciamiento compete en circunstancias normales al responsable de la Fiscalía, Barra McGrory, lo más probable es que en este caso se delegue a otro alto funcionario, que actuó previamente como abogado de Adams. Los expertos ya advirtieron ayer de que el proceso se antoja para largo.
Nadie ha sido nunca acusado del asesinato de McConville. Sin embargo, después de décadas sin avances en el proceso penal, en las últimas semanas se han producido siete detenciones después de que un tribunal de EE UU obligara a la Universidad de Boston a entregar una serie de grabaciones a la Policía norirlandesa. De momento, sólo el ex dirigente paramilitar Ivor Bell ha sido acusado.
La universidad había entrevistado a dirigentes de ambos bandos para realizar un análisis de la época de los «Troubles». A los protagonistas se les prometió no sacar a la luz las informaciones hasta después de su muerte, pero los jueces obligaron a entregar el material. En las grabaciones, Brendan Hughes, un alto cargo del grupo terrorista apodado como «El oscuro», acusa directamente a Adams del crimen. «Sé que hay una campaña maliciosa y siniestra contra mi», dijo el líder del Sinn Fein, tras explicar que algunas personas nunca le perdonaron su implicación en el proceso de paz. «Soy inocente en el caso y la Policía no ha presentado evidencia contra mí. Todo se ha basado en el testimonio oral de ex miembros del IRA y en algunos recortes de periódico», recalcó.
Durante 27 años el IRA negó su autoría. Cuando finalmente confesó, alegó que Jean era una espía, algo que luego se demostró que era incierto. No fue hasta 2003 cuando sus restos fueron descubiertos accidentalmente en la playa de Shelling Hill. Tenía los huesos rotos, los dedos amputados y un tiro en la nunca. El paraje donde fue enterrada pertenece al condado de Louth, donde Adams ganó un escaño en 2011 para el Parlamento de Dublín. En su discurso volvió a recalcar que las únicas vías que emplearía para unificar Irlanda serían las del proceso de paz. «El IRA ya se ha ido y no volverá. Aquello se terminó», dijo. «El presente pertenece a nuestros hijos y nietos. No permitáis que nadie nos robe nuestro derecho a vivir en paz», añadió.
Michael, uno de los hijos de McConville señaló que la familia seguirá luchando porque se haga justicia. «Vamos a seguir hasta que se sepa la verdad. Sabemos que va a ser un largo camino, pero ya llevamos más de 40 años luchando para lograr justicia y no vamos a parar ahora», dijo.
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