Elecciones en Francia

Agredida una ex ministra en París

Kosciusko-Morizet cayó al suelo y perdió el conocimiento tras ser atacada por un hombre mientras hacía campaña en un mercado.

Nathalie Kosciusko-Morizet fue titular de Ecología con Sarkozy
Nathalie Kosciusko-Morizet fue titular de Ecología con Sarkozylarazon

Kosciusko-Morizet cayó al suelo y perdió el conocimiento tras ser atacada por un hombre mientras hacía campaña en un mercado.

Nathalie Kosciusko-Morizet, antigua ministra de Ecología de Nicolas Sarkozy y candidata a las legislativas en la segunda circunscripción de París, fue agredida ayer mientras distribuía propaganda electoral en el mercado de la plaza Maubert. Un hombre le arrancó los pasquines que llevaba en la mano, se los arrojó sobre el rostro y la llamó « bobo de merde» («Bobo» es el nombre despectivo que se da a la gente a la que se considera de izquierdas y con dinero, y es una contracción de «bourgeois-bohème»).

La candidata de Los Republicanos, conocida por las iniciales de su nombre, NKM, se protegió el rostro con la mano, cayó al suelo de espaldas y perdió el conocimiento. El agresor, a pesar de que la vio tirada se marchó sin preocuparse por ella, y le gritó que era su culpa el hecho de que Anne Hidalgo sea hoy alcaldesa. NKM estuvo varios minutos inconsciente, hasta que llegaron los Bomberos, que la trasladaron al hospital donde se le detectó un traumatismo craneano benigno. Ha pasado la noche en observación. Un miembro de su equipo siguió al agresor hasta el metro, pero no logró detenerlo. La Fiscalía de París abrió una investigación por violencias voluntarias.

La clase política condenó de forma unánime esta agresión. Desde los líderes de su partido, como el actual primer ministro, Édouard Phillippe, o François Fillon, hasta Anne Hidalgo, la ex ministra de Justicia Christiane Taubira, Manuel Valls, Marine Le Pen o Jean-Luc Mélenchon. Todos le han enviado mensajes de solidaridad. La agresión que sufrió NKM es especialmente espectacular, porque llegó a perder el conocimiento, pero no es el único caso y es muestra de la tensión que vive el país. Durante este largo año electoral, se han registrado ataques verbales y físicos.

Emanuel Macron no se ha librado. En una visita al salón de la agricultura, una persona le tiró un huevo que le dio en plena cabeza sin causarle daños, lo que le permitió comentar con cierto humor que el incidente formaba «parte del folklore» electoral. En enero, Manuel Valls recibió una bofetada de un joven en una visita a Lamballe durante la campaña para las primarias socialistas, y unas semanas antes otro le tiró un paquete de harina en Estrasburgo. En marzo, cinco personas irrumpieron en un bar de Rennes donde un grupo de simpatizantes de Fillon asistían a una reunión con representantes de Los Republicanos. Los agresores les llamaron «fascistas» y los rociaron con orina y sopa de pescado.