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Doble atentado del EI en un feudo de Hizbulá en Beirut

Vecinos del barrio, miembros del Ejército libanés y de Defensa Civil en el lugar de los atentados
Vecinos del barrio, miembros del Ejército libanés y de Defensa Civil en el lugar de los atentadoslarazon

El ataque de tres terroristas suicidas deja más de 40 muertos y un centenar de heridos.

Eran casi las seis de la tarde cuando una fuerte explosión se escuchó cerca de un café popular en la calle Ain al Sikke, en el barrio Burj al-Barajneh, en los suburbios de Dahiye, feudo de Hizbulá, al sur de Beirut. Alarmados por la explosión, que destrozó varias fachadas y comercios, los vecinos acudieron al lugar para socorrer a los heridos, cuando una segunda explosión se produjo, a menos de 30 metros, al lado de un horno de pan. Cerca de cuarenta personas murieron ayer y alrededor de doscientas resultaron heridas en el peor atentado suicida desde que la milicia chií Hizbulá entró de lleno en la guerra siria en 2013 para combatir junto al régimen de Bachar al Asad.

Poco después, el Estado Islámico (EI) se atribuyó la acción en un comunicado difundido por internet. «Los soldados del califato pudieron colocar una motocicleta explosiva en la calle Huseiniyah, en Burj al Barajneh», señala el comunicado, que añade que «otro soldado con un cinturón explosivo dio su vida».

«Ha sido terrible. Una de las explosiones se produjo cerca de un orfanato», explicó a LA RAZÓN una vecina a la que se veía profundamente afectada. «Nadie tiene derecho a matar a gente inocente. Los terroristas quieren atacarnos porque somos chiíes», denunció la mujer. Otro vecino dijo que esperaba que de nuevo hubiera más atentados en los barrios de Hizbulá. «Nunca podemos estar seguros. En cualquier momento pueden atacarnos. Las Fuerzas de Seguridad deberían haber protegido mejor el barrio», se quejó.

La destrucción en la zona era impactante. Montañas de cristales rotos y trozos de cemento de las fachadas desparramados junto a restos de sangre en la calle, mientras decenas de vecinos, periodistas y curiosos intentaban caminar entre los escombros para acercarse al lugar. Las Fuerzas de Seguridad tuvieron que disparar al aire para hacer retroceder al tumulto de gente y acordonaron la zona siniestrada para impedir el paso. Las ambulancias cortaron el tráfico de la vía principal para poder llegar a los heridos. Una fuente de la Media Luna Roja consultada por este periódico cifró en más de 150 el numero de heridos, y advirtió de que «la cifra de víctimas mortales podría ascender debido a la gravedad de algunos de los heridos».

Al principio, los medios apuntaron a un atentado con coche bomba cerca del edificio de la Seguridad General, pero después el Ministerio del Interior confirmó que se trató de un doble atentado coordinado por tres kamikazes que llevaban colocado un cinturón explosivo. El ministro de Salud detalló que un tercer suicida también murió cuando el segundo detonó su carga explosiva.