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Un joven neonazi mata a diez personas en un instituto de Texas

El sospechoso del tiroteo, un joven de 17 años y estudiante del centro, fue detenido con explosivos

Dimitrios Pagourtzis, de 17 años/Foto. Ap
Dimitrios Pagourtzis, de 17 años/Foto. Aplarazon

El sospechoso del tiroteo, un joven de 17 años y estudiante del centro, fue detenido con explosivos.

Diez muertos y una docena de heridos de diversa consideración. Ése es el balance del tiroteo producido ayer en un instituto de bachillerato en Santa Fe, Texas, a 55 kilómetros al sureste de Houston. El sheriff del condado de Harris, Ed Gonzalez, confirmó el arresto de un tirador, posteriormente identificado como Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, y de otro joven. También explicó que se encontraron explosivos tanto en el interior como en las inmediaciones del centro. El asesino usó un revólver y una escopeta. Ninguna era suya, según explicó horas más tarde el gobernador de Texas, Gre Abbot. «Desconozco si su padre sabía que el hijo había cogido esas armas», añadió.

Pagourtzis asesinó a nueve estudiantes y un profesor, las víctimas confirmadas del tiroteo. Sus cuentas en las redes sociales, publicadas por diferentes medios, mostraban ayer cómo el joven colgó imágenes de armas, fotos con símbolos nazis, comunistas y fascistas y una camiseta con el lema «Born to kill» («Nacido para matar»). Varios alumnos testigos de la masacre aseguraron a la televisión local CW39 que Pagourtzis vestía esa camiseta en el momento del tiroteo, además de llevar botas militares y una gabardina.

Apenas 50 minutos después del tiroteo, el presidente Trump hablaba a la prensa. Reiteró su dolor. La insoportable tristeza. En mitad de una alocución circunspecta, insospechadamente institucional, afirmó que «esto lleva sucediendo desde demasiado tiempo en nuestro país. Demasiados años, demasiadas décadas, lamentando la terrible pérdida de vidas». Igual que sucediera tras la última masacre, expresó rotundo la voluntad de su Administración de trabajar para «proteger a nuestros estudiantes y escuelas y mantener las armas lejos de las manos de aquellos que son una amenaza». La primera dama, Melania Trump, escribió en Twitter que su corazón estaba Santa Fe y con toda Texas.

Por su parte Betsy Davos, secretaria de Educación, afirmó que «ningún estudiante debería tener que experimentar el trauma sufrido hoy (...) Simplemente no podemos permitir que esta tendencia contine». Pero, a día de hoy se mantiene la atonía legislativa. Ni una medida de calado. Apenas una idea, aunque sublime: armar a los maestros para que protejan las guarderías, colegios, institutos y campus universitarios en la doble faceta de educadores y fuerzas de seguridad. «Que Dios cure y consuele a los heridos», pidió Trump, «y que esté con las víctimas y con las familias de las víctimas». Por orden suya la bandera de EEUU ondearía a media asta en todos los edificios oficiales, así como en las embajadas, legaciones, oficinas consulares y «otras instalaciones de los Estados Unidos en el extranjero, incluidas todas las instalaciones militares y los buques y estaciones navales, hasta la puesta del sol».

El movimiento March For Our Lives, fundado por estudiantes que sobrevivieron a la matanza de Parkland, hizo público un comunicado en el que manifestó su dolor, recalcó que este es el vigésimosegundo tiroteo en un colegio en los primeros 5 meses de 2018 y proclamó su intención de seguir luchando para lograr cambios legislativos.