Reino Unido
Bloqueo en el diálogo May-Corbyn
La «premier» pidió otra prórroga para consensuar con los laboristas un plan que ratifique el acuerdo de salida en Westminster, pero las posturas siguen muy alejadas
La «premier» pidió otra prórroga para consensuar con los laboristas un plan que ratifique el acuerdo de salida en Westminster, pero las posturas siguen muy alejadas.
En Westminster todo el mundo da ya prácticamente por hecho que Reino Unido tendrá que participar en las elecciones europeas de mayo. La «premier» Theresa May pidió una prórroga en busca del apoyo de sus señorías para ratificar el Acuerdo de Retirada. Pero las conversaciones con el líder de la posición laborista, Jeremy Corbyn, a quien tendió una mano en un intento por desbloquear la crisis, no avanzan. Este fin de semana, la líder «tory» buscó refugio en la residencia oficial de Chequers y no ha habido ningún tipo de contacto.
Ante las críticas de los conservadores más euroescépticos por esta nueva estrategia, May emitió un comunicado asegurando que no le queda otra opción después de que el Acuerdo de Retirada haya sido rechazado hasta en tres ocasiones en la Cámara Baja. «Cuanto más tardemos en lograrlo, mayor será el riesgo de que Reino Unido nunca llegue a abandonar la UE», dijo. May añade que «hay diversas áreas en las cuales los dos principales partidos estamos de acuerdo». «Ambos queremos terminar con la libre circulación (de ciudadanos comunitarios), ambos queremos salir (de la UE) con un buen acuerdo y ambos queremos proteger los puestos de trabajo», señala. «Esas son las bases para llegar a un compromiso con el que podamos obtener una mayoría en el Parlamento».
Sin embargo, los laboristas aseguran que la «premier» no se mueve de sus líneas rojas. En este sentido, Rebecca Long-Bailey, portavoz de Negocios de la oposición, y parte del equipo negociador laborista, aseguró ayer que si la salida sin pacto se llega a presentar como una opción, se plantean «muy seriamente» votar para cancelar el Brexit. May siempre ha prometido sacar a Reino Unido del mercado único –para evitar la libre circulación de personas– y de la unión aduanera –para negociar acuerdos comerciales con terceros–. Son al fin y al cabo las promesas del manifiesto con el que el Partido Conservador se presentó a las elecciones de 2017. Pero Corbyn le plantea negociar una unión aduanera permanente con la UE. Y además muchos laboristas quieren que cualquier convenio sea ratificado antes en un referéndum.
Si las conversaciones no prosperan, May propondrá a sus señorías que voten varias alternativas. Eso sí, siempre referidas a las futuras relaciones con el bloque. En definitiva, el Acuerdo de Retirada que cerró con la UE es inamovible y lo que está ahora dispuesta a negociar es la Declaración Política, legalmente no vinculante, que esboza cómo querría ser el nuevo vínculo con el bloque.
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